domingo, 1 de enero de 2017

LAS GLORIAS DE MARÍA

San Alfonso María de Ligorio
Al comenzar este año hermanos , comencemos de la mano de María , nuestra madre , y que mejor manera de comenzar que leyendo estas páginas de tan gran Santo amante de nuestra Madre María Santísima .
La imagen puede contener: 1 persona, nube y cieloSÚPLICA DEL AUTOR A JESÚS Y A MARÍA
Amado Redentor y Señor mío Jesucristo, yo indigno siervo tuyo, sabiendo el
placer que te proporciona quien trata de glorificar a tu Madre santísima, a la que
tanto amas y tanto deseas ver amada y honrada por todos, he pensado publicar este
libro mío que habla de sus glorias.
Y pues con tanto afán tomas la gloria de esta Madre, a nadie más digno que
a ti puedo dedicarlo. Te lo dedico y encomiendo. Recibe este mi pequeño obsequio,
muestra del amor que te tengo a ti y a esta tu amada Madre. Protégelo haciendo
llover luces de confianza y llamaradas de amor por esta Virgen inmaculada sobre
aquellos que lo lean, ya que a ella la has constituido esperanza y refugio de todos
los redimidos. Y en premio de este humilde trabajo, concédeme, te ruego, tanto
amor a María cuanto he deseado encender en los corazones de quienes lo leyeren.
Y ahora me dirijo a ti, dulcísima Señora y Madre mía María. Bien sabes que
después de Jesús, en ti tengo puesta toda mi esperanza de mi eterna salvación;
porque reconozco que todas las gracias de que Dios me ha colmado, como mi
conversión, mi vocación a dejar el mundo y todas las demás gracias las he recibido
de Dios por tu medio. Y sabes que yo, por verte amada de todos como lo mereces y
por darte muestras de gratitud por tantos beneficios como me has otorgado, he
procurado predicar siempre e inculcar a todos, en público y en privado, tu dulce y
saludable devoción.
Yo espero seguir así hasta el último instante de mi vida; pero mi avanzada
edad y mi quebrantada salud me dicen que voy acercándome al fin de mi
peregrinación y a mi entrada en la eternidad. Por esto he pensado, antes de morir,
dejar al mundo mi libro, a fin de que prosiga en lugar mío predicándote y animando a
otros a publicar tus glorias y el gran amor que usas con tus devotos.
Espero, amada Reina mía, que este sencillo obsequio, aunque bien poca
cosa para lo que tú mereces, sea agradable a tu agradecido corazón, porque todo él
es ofrenda de amor. Extiende sobre él tu mano, con la que me has librado del
mundo y del infierno, acéptalo y protégelo como propiedad tuya.
Aspiro a que me recompenses por este humilde obsequio así: que yo te
ame de hoy en adelante cada día mejor y que cada uno de los que tengan esta obra
en sus manos quede inflamado en tu amor, se acreciente en ellos el deseo de
amarte y de verte amada de todos y se dediquen con todo fervor a predicar y
promover cuanto más puedan tus alabanzas y la confianza en tu poderosísima
intercesión. Así lo espero, así sea.
Tu amantísimo, aunque indigno siervo,
Alfonso de Ligorio del Santísimo RedentorLa imagen puede contener: 1 persona, sentado

No hay comentarios.:

Publicar un comentario