jueves, 19 de enero de 2017

ESCRITOS DE SANTA CLARA DE ASÍS : 

Gracias Santa Clara de Asís , por las gracias y bendiciones recibidas por tu intercesión , y por los que vamos a recibir todos y cada uno , y donde llegue este mensaje . Amén 

REGLA DE SANTA CLARA , PROYECTO DE VIDA : 

CAPÍTULO IV

La elección y el oficio de la abadesa, el capítulo, y las oficialas y discretas

En la elección de la abadesa las hermanas están obligadas a observar la forma canónica. Y procuren
con presteza tener al ministro general o provincial de la Orden de los Hermanos Menores,
para que con la
palabra de Dios las instruya en la plena concordia y la UTILIDAD COMÚN en la elección a hacer. Y no se
elija a ninguna que no sea profesa. Y si fuera elegida, o se les diera de otro modo, una no profesa, no se le
obedezca si no profesa antes la forma de nuestra pobreza.
CUANDO ÉSTA FALLEZCA, HÁGASE LA ELECCIÓN
de otra abadesa
Y SI EN ALGÚN MOMENTO PARECIERA A LA GENERALIDAD DE las hermanas QUE dicha abadesa NO ES LA
PERSONA ADECUADA PARA EL SERVICIO Y LA UTILIDAD COMÚN,
las referidas hermanas, lo antes que
puedan, DEBERÁN ELEGIRSE OTRA
, en la forma indicada, para abadesa y madre.
Y la elegida considere qué carga ha tomado sobre sí, y a quién ha de dar cuenta de la grey que se le ha
encomendado (cf. Mt 12,36; Heb 13,17). Y esfuércese por ser la primera más por las virtudes y santas
costumbres que por su oficio, de modo que las hermanas, estimuladas por su ejemplo, le obedezcan más por
amor que por temor
No tenga preferencias por algunas de las hermanas, no sea que, amando más a
unas, escandalice a todas. Consuele a las afligidas; sea también el último refugio de las atribuladas (cf.
Sal 31,7), no suceda que, por no encontrar en ella remedios saludables, se apodere de las enfermas el mal de
la desesperación
Mire por asegurar en todo la comunidad, pero sobre todo en la iglesia, el
dormitorio, el refectorio, la enfermería y en el vestido. Y esto debe hacer también del mismo modo su
vicaria
La abadesa está obligada a convocar a sus hermanas a capítulo al menos una vez por semana, y en él,
tanto ella como las hermanas deben confesar humildemente las ofensas y negligencias comunes y públicas.
Y allí mismo presentará a todas sus hermanas los asuntos que han de tratarse para utilidad y decoro del
monasterio, pues frecuentemente el Señor revela al menor lo que es mejor
No contraiga deuda
alguna grave si no es con el consentimiento común de las hermanas, y, en caso de manifiesta necesidad; y
esto hágalo por medio de un procurador. Y guárdense la abadesa y sus hermanas de recibir depósito
alguno en el monasterio, pues de ahí surgen con frecuencia turbaciones y escándalos
. Para conservar la unidad del amor mutuo
y de la paz, todas las oficialas del monasterio han de
elegirse por común acuerdo de todas las hermanas. 23 Y de la misma manera han de elegirse al menos ocho
hermanas, de entre las más discretas, de cuyo consejo está obligada a servirse siempre la abadesa en aquellas
cosas que requiere la forma de nuestra vida. Y las hermanas pueden y deben, si les parece útil y
conveniente, remover alguna vez de su cargo a las oficialas y discretas, y elegir otras en su lugar.
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