LOS CINCO MINUTOS DE DIOS :
24 de noviembre :
Con frecuencia leemos en el exterior de un hospital ese letrero sugestivo : ‘’¡Silencio, por favor ¡ ‘’ Y ponemos ese letrero para que no sufran los que están allí ; y yo pienso que si muchos sufren en la vida , ¿no será porque ellos no han hecho el suficiente silencio en su interior?
Hoy no se soporta casi ni ‘’un minuto de silencio’’ en actos oficiales , o deportivos ; hoy cuesta mucho darle aunque sea un minuto a Dios al Señor , a la propia conciencia
El mundo moderno , ‘’tecnologizado’’ hasta en el campo , ya no es capaz de hacer silencio , a su alrededor , y ya no soporta el silencio interior , sin embargo , el hombre de hoy necesita esas zonas de silencio en las que pueda refugiarse contra el ruido conservador y alienante que le impide su propia reconcentración .
Muchos se vuelvan a la enervante algarabía de los espectáculos públicos , donde tratan de desaparecer en el anonimato , y sin embargo , en ninguna parte se siente más solo el hombre que en medio de esa multitud amorfa y alborotada .
‘’¡Cuánto amo tu ley , todo el día la medito! Tus mandamientos me hacen mas sabio , que mis enemigos , porque siempre me acompañan’’ (Salmo 119 , 97-99)
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de Dios :
24 de noviembre :
Con frecuencia leemos en el exterior de un hospital ese letrero sugestivo : ‘’¡Silencio, por favor ¡ ‘’ Y ponemos ese letrero para que no sufran los que están allí ; y yo pienso que si muchos sufren en la vida , ¿no será porque ellos no han hecho el suficiente silencio en su interior?
Hoy no se soporta casi ni ‘’un minuto de silencio’’ en actos oficiales , o deportivos ; hoy cuesta mucho darle aunque sea un minuto a Dios al Señor , a la propia conciencia
El mundo moderno , ‘’tecnologizado’’ hasta en el campo , ya no es capaz de hacer silencio , a su alrededor , y ya no soporta el silencio interior , sin embargo , el hombre de hoy necesita esas zonas de silencio en las que pueda refugiarse contra el ruido conservador y alienante que le impide su propia reconcentración .
Muchos se vuelvan a la enervante algarabía de los espectáculos públicos , donde tratan de desaparecer en el anonimato , y sin embargo , en ninguna parte se siente más solo el hombre que en medio de esa multitud amorfa y alborotada .
‘’¡Cuánto amo tu ley , todo el día la medito! Tus mandamientos me hacen mas sabio , que mis enemigos , porque siempre me acompañan’’ (Salmo 119 , 97-99)
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de Dios :
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