miércoles, 30 de noviembre de 2016

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,21.24-27):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».

Palabra del Señor :

Te damos gracias Padre por permitirnos compartir tu Palabra ; derrama de tu gracia y de tu amor ; tú conoces todas y cada una de nuestras necesidades : espirituales y temporales .

Sabemos que en todos ellos : tú nos asistes , fructificas , provees y sanas todo por tu Divina Providencia .

Te damos gracias Padre en el Nombre de tu Hijo amado , Nuestro Señor Jesucristo . Amén

COMENTARIO Y REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DEL DÍA 1 DE DICIEMBRE :

En el evangelio de hoy leemos: “El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca”. Es una comparación preciosa para entender el valor de la familia. El Señor habla de “casa”, pero piensa en los que están dentro, en el papá, la mamá, los hijos… Uno de los dones del Espíritu Santo se llama justamente el “don de fortaleza”. Son los padres quienes más lo necesitan para saber criar y guiar a sus hijos por el camino del bien. Hace falta mucho acierto para ganarse la confianza de los hijos y, al mismo tiempo, no claudicar ante sus caprichos o sus errores, sobre todo en la formación espiritual. La fábula que os presento a continuación nos describe con claridad la misión de los padres. Se titula “La yegua y el potrillo”.

Cuentan que una madre tenía dos hijos. Siendo muy niños aún, murió el padre. La mamá trató de darles una buena educación, sobre todo religiosa. Pero al dejar el Colegio e ingresar a la universidad, algunos profesores influyeron mucho en ellos y los dos muchachos cayeron en sus redes ideológicas y abandonaron la fe.

La pobre madre se sintió defraudada y se preguntó qué había hecho mal. ¿Por qué sus hijos vivían sin Dios? Hasta llegó a cuestionarse ella misma. ¿No sería que la fe que les dio no era la verdadera y ellos tenían razón?

Un día fue a consultar con un Sacerdote que vivía en un pueblo del interior del país. Este escuchó con mucha atención su caso y luego le hizo asomarse a la ventana:

-¿Qué ve, señora?
- Veo una yegua atada a un árbol y un potrillo suelto que salta muy alegre, va y viene, se aleja y regresa junto a su mamá.
- ¡Exacto!, dijo el Sacerdote. El potrillo anda suelto, pero la yegua está atada. Él se va, pero luego regresa. Si también la yegua estuviera suelta posiblemente el potrillo no tendría el punto de referencia para regresar; estando los dos sueltos la madre y el hijo se alejarían para no volver a encontrarse nunca más... Igual le sucede a Usted: sus hijos se han soltado, hasta se han alejado de Dios. Pero Usted debe seguir firme en su fe. Así, aunque los hijos se vayan, podrán regresar porque siempre tendrán un punto de referencia en su mamá.

Decía muy convencida la mamá: “Si Dios no ocupa el centro de nuestro hogar, nuestra familia se derrumba”.
LOS CINCO MINUTOS DE MARIA :

1 de diciembre :

Hay una sola cosa en la que no cabe el "quizá", es el amor.

Así como la Virgen Santísima amó a Dios y a los hombres con toda su intensidad y con toda vehemencia de su corazón, así debemos hacer nosotros; hemos de amar siempre sin restriciones, sin límites, sin excepciones de ninguna clase; hemos de amar a Dios cuanto seamos capaces de amar, hemos de amar al prójimo, cuanto el prójimo necesite de nosotros.

Nuestra Señora de la oración, descúbrenos los encantos de la conversación con Dios, nuestro Padre.

Padre Alfonso Milagro

Del Libro : Los cinco minutos de María
 
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS :
1 de diciembre :
¡Qué poco cuesta ser agradecido y, sin embargo, cuánto se estima la gratitud!
Esa propina que dejas sobre la mesita del restaurante, sin decir palabra, sabría
mejor si añadieras una sola palabrita, tan fácil de pronunciar: "¡Gracias!"
Esos pocos pesos que depositas en la mano del que te lustra los zapatos, serían
recibidos con mayor alegría si los acompañaras de una palabra que diera a conocer a
ese hombre humillado a tus pies, que su trabajo es dignificador y que por ello le estás
agradecido.
Esa carta que recibes, ese telegrama, esa verdura que compras, ese llamado
telefónico que atiendes, ese servicio que te presta un empleado público, esa
información que te dan en la estación terminal... todo eso y muchas otras cosas, si
estuvieran salpicadas de la palabrita "¡Gracias!" y de una amable sonrisa, sincera,
cálida, no dejaría de llegar hasta el corazón de los demás y los volvería más abiertos,
más dispuestos a la ayuda del prójimo, más solícitos.
Si cada día dijeras "¡Gracias!" a Dios por darte un nuevo día y por hacer te gozar
de salud y de tantas otras cosas, la vida de tu espíritu sería más intensa y la vivirías
con otra proyección.
Cristo sana a los diez leprosos de su enfermedad; solamente uno de ellos volvió para
agradecer a Dios la salud recibida; Cristo tomó la palabra y dijo:
"¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien
volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate y vete; tu fe te ha salvado"
(Lc, 17, 11-19).
Lo prometí
ante el Sagrario ayer;
se lo juré
al Cristo de mi fe;
que guardaré
total fidelidad,
la luz de mi cursillo
no se apagará jamás.
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de Dios
REGLA DE SAN BENITO :
XLVIII. EL TRABAJO MANUAL DE CADA DIA
1 La ociosidad es enemiga del alma; por eso han de ocuparse los hermanos a unas
horas en el trabajo manual, y a otras, en la lectura divina.
2 En consecuencia, pensamos que estas dos ocupaciones pueden ordenarse de la
siguiente manera: 3
desde Pascua hasta las calendas de octubre, al salir del oficio de
prima trabajarán por la mañana en lo que sea necesario hasta la hora cuarta.
4 Desde la
hora cuarta hasta el oficio de sexta se dedicarán a la lectura.
5 Después de sexta, al
levantarse de la mesa, descansarán en sus lechos con un silencio absoluto, o, si alguien
desea leer particularmente, hágalo para sí solo, de manera que no moleste.
6 Nona se
celebrará más temprano, mediada la hora octava, para que vuelvan a trabajar hasta
vísperas en lo que sea menester.
7
Si las circunstancias del lugar o la pobreza exigen que
ellos mismos tengan que trabajar en la recolección, que no se disgusten, 8
porque
precisamente así son verdaderos monjes cuando viven del trabajo de sus propias manos,
como nuestros Padres y los apóstoles.
9
Pero, pensando en los más débiles, hágase todo
con moderación.
10 Desde las calendas de octubre hasta la cuaresma se dedicarán a la lectura hasta el
final de la segunda hora.
11 Entonces se celebrará el oficio de tercia y se ocuparán todos
en el trabajo que se les asigne hasta la hora de nona.
12 Al primer toque para el oficio de
nona dejarán sus quehaceres para estar a punto cuando suene la segunda señal.
13
Después de comer se ocuparán en sus lecturas o en los salmos.
14 Durante la cuaresma dedíquense a la lectura desde por la mañana hasta finalizar la
hora tercera, y después trabajarán en lo que se les mandare hasta el final de la hora
décima.
15 En esos días de cuaresma recibirá cada uno su códice de la Biblia, que leerán
por su orden y enteramente; 16 estos códices se entregarán al principio de la cuaresma.
17 Y es muy necesario designar a uno o dos ancianos que recorran el monasterio
durante las horas en que los hermanos están en la lectura.
18 Su misión es observar si
algún hermano, llevado de la acedía, en vez de entregarse a la lectura, se da al ocio y a
la charlatanería, con lo cual no sólo se perjudica a sí mismo, sino que distrae a los
demás.
19 Si a alguien se le encuentra de esta manera, lo que ojalá no suceda, sea
reprendido una y dos veces; 20
y, si no se enmienda, será sometido a la corrección que
es de regla, para que los demás escarmienten. 21 Ningún hermano trate de nada con otro
a horas indebidas.
22 Los domingos se ocuparán todos en la lectura, menos los que estén designados
para algún servicio.
23 Pero a quien sea tan negligente y perezoso que no quiera o no pueda dedicarse a la
meditatio o a la lectura, se le asignará alguna labor para que no esté desocupado.
24 A los hermanos enfermos o delicados se les encomendará una clase de trabajo
mediante el cual ni estén ociosos ni el esfuerzo les agote o les haga desistir.
25 El abad
tendrá en cuenta su debilidad.
XLIX. LA OBSERVANCIA DE LA CUARESMA
1 Aunque de suyo la vida del monje debería ser en todo tiempo una observancia
cuaresmal,
2
no obstante, ya que son pocos los que tienen esa virtud, recomendamos que
durante los días de cuaresma todos juntos lleven una vida íntegra en toda pureza 3
y que
en estos días santos borren las negligencias del resto del año. 4 Lo cual cumpliremos
dignamente si reprimimos todos los vicios y nos entregamos a la oración con lágrimas,
a la lectura, a la compunción del corazón y a la abstinencia.
5
Por eso durante estos días
impongámonos alguna cosa más a la tarea normal de nuestra servidumbre: oraciones
especiales, abstinencia en la comida y en la bebida,
6 de suerte que cada uno, según su
propia voluntad, ofrezca a Dios, con gozo del Espíritu Santo, algo por encima de la
norma que se haya impuesto; 7
es decir, que prive a su cuerpo algo de la comida, de la
bebida, del sueño, de las conversaciones y bromas y espere la santa Pascua con el gozo
de un anhelo espiritual.
8
Pero esto que cada uno ofrece debe proponérselo a su abad para hacerlo con la
ayuda de su oración y su conformidad, 9
pues aquello que se realiza sin el beneplácito
del padre espiritual será considerado como presunción y vanagloria e indigno de
recompensa; 10 por eso, todo debe hacerse con el consentimiento del abad.
L. LOS HERMANOS QUE TRABAJAN LEJOS DEL ORATORIO O ESTÁN DE
VIAJE
1 Los hermanos que trabajan muy lejos y no pueden acudir al oratorio a las horas
debidas,
2 si el abad comprueba que es así en realidad, 3
celebren el oficio divino en el
mismo lugar donde trabajan, arrodillándose con todo respeto delante de Dios.
4
Igualmente, los que son enviados de viaje, no omitan el rezo de las horas
prescritas, sino que las celebrarán como les sea posible, y no sean negligentes en
cumplir esta tarea de su prestación.
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ORACIONES A SAN ANDRÉS , APÓSTOL Y MÁRTIR :

30 de noviembre

Oración a san Andrés para mantener la fe 

Señor, que llamaste al apóstol San Andrés a dejar las redes a orillas del mar de Galilea para hacer de el un pescador de hombres, te pedimos por su intercesión que nos concedas ser fieles a la vocación apostólica que hemos recibido en nuestro bautismo. Por Jesucristo nuestro Señor, amén. Oración de San Andrés ante la cruz ¡Oh cruz buena, que fuiste embellecida por los miembros del Señor, tantas veces deseada, solícitamente querida, buscada sin descanso y con ardiente deseo preparada! Recíbeme de entre los hombres y llévame junto a mi Maestro, para que por ti me reciba, Aquel que me redimió por ti muriendo. Amén.

Oración a la cruz de San Andrés

Salve, oh cruz, inaugurada por medio del cuerpo de cristo, que te has convertido en adorno de sus miembros, como si fueran perlas preciosas. Antes de que el Señor se subiera sobre ti, provocabas un temor terreno. Sin embargo, ahora, dotada de un amor celeste, te has convertido en un don. Los creyentes saben cuanta alegría posees, cuantos regalos deparas. Confiado, por tanto, y lleno de alegría, vengo para que tu también me recibas exultante como discípulo de quien fue colgado de ti. Cruz bienaventurada, que recibiste la majestad y belleza de los miembros del Señor, tómame y llévame lejos de los hombres y entrégame a mi Maestro, para que a través de ti me reciba quien por medio de ti me ha redimido. ¡Salve, oh cruz, sí, verdaderamente, salve! para una petición Protégenos, Señor, con la constante intercesión del apóstol San Andrés, a quien acogiste para ser predicador y pastor de tu Iglesia. Oíd nuestras humildes plegarias y concedednos lo que ahora tanto precisamos: (petición a San Andrés Apóstol) Señor todopoderoso, que el apóstol San Andrés, que instruyó y gobernó vuestra Iglesia, medie continuamente por nosotros, ante el trono de vuestra Divina Majestad, nos beneficie con su amparo, ayuda y favores y nos proteja de todo mal. Por Jesucristo nuestro Señor, amén.

Oración para ser mejores cristianos

¡Oh glorioso San Andrés apóstol, tu fuiste el primero en reconocer y seguir al Cordero de Dios. Junto con tu amigo Juan te quedaste junto a Jesús desde ese primer día, y durante toda tu vida, y ahora por toda la eternidad. Así como llevaste a tu hermano San Pedro a Cristo y a muchos otros después, Condúcenos también a nosotros a Él.San Andrés, Enséñanos a llevar otros a Cristo solamente por amor a Él y dedicados a su servicio. Ayúdanos a aprender la lección de la Cruz y a llevar nuestras cruces diarias sin quejarnos de modo que puedan llevarnos a Jesús.

Gracias San Andrés por las gracias y milagros recibidos por tu intercesión , y por los que vamos a recibir . Amén
 
SAN ANDRÉS , APÓSTOL Y MÁRTIR 

30 de noviembre : 
Hoy celebramos a San Andrés, hermano de S. Pedro, los dos apóstoles clave para llevarnos a la unidad de la única Iglesia que Jesús estableció en esta tierra.

Breve:
Andrés, nacido en Betsaida, fue primeramente discípulo de Juan Bautista, siguió después a Cristo y le presentó también a su hermano Pedro. Él y Felipe son los que llevaron ante Jesús a unos griegos, y el propio Andrés fue el que hizo saber a Cristo que había un muchacho que tenía unos panes y unos peces. Según la tradición, después de Pentecostés predicó el Evangelio en muchas regiones y fue crucificado en Acaya.

SAN ANDRES nació en Betsaida, población de Galilea situada a orillas del lago de Genezaret. Era hijo del pescador Jonás y hermano (le Sinmón Pedro. La Sagrada Escritura no especifica si era mayor o menor que éste. La familia tenía una casa en Cafarnaún y en ella se alojaba Jesús cuando predicaba en esa ciudad.

Según la tradición, San Andrés es el fundador de la Iglesia de Constantinopla, nombre antiguo de la actual ciudad de Estambul, en Turquía. En noviembre de 2014 el Papa Francisco, sucesor de San Pedro, se reunió con Bartolomé, el actual sucesor de San Andrés, Patriarca de Constantinopla y líder de la Iglesia Ortodoxa. Entre los objetivos del viaje estaba reforzar el camino de la unidad de los cristianos ortodoxos y católicos.

Uno de los momentos más emotivos de aquella histórica visita tuvo lugar en el rezo de las vísperas de la Fiesta de San Andrés, cuando el Papa Francisco le pidió la bendición a Bartolomé y se inclinó ante él para recibirla. El Patriarca, quien en varias oportunidades llamó al Santo Padre "hermano", lo bendijo y le besó.
Discípulo de Juan Bautista
Cuando San Juan Bautista empezó a predicar la penitencia, Andrés se hizo discípulo suyo. Precisamente estaba con su maestro, cuando Juan Bautista, después de haber bautizado a Jesús, le vio pasar y exclamó: "¡He ahí al cordero de Dios!" Andrés recibió luz del cielo para comprender esas palabras misteriosas. Inmediatamente, él y otro discípulo del Bautista siguieron a Jesús, el cual los percibió con los ojos del Espíritu antes de verlos con los del cuerpo. Volviéndose, pues, hacia ellos, les dijo: "¿Qué buscáis?" Ellos respondieron que querían saber dónde vivía y Jesús les pidió que le acompañasen a su morada.

Apóstol de Jesús
Andrés y sus compañeros pasaron con Jesús las dos horas que quedaban del día. Andrés comprendió claramente que Jesús era el Mesías y, desde aquel instante, resolvió seguirle. Así pues, fue el primer discípulo de Jesús. Por ello los griegos le llaman "Proclete" (el primer llamado). Andrés llevó más tarde a su hermano a conocer a Jesús, quien le tomó al punto por discípulo, le dio el nombre de Pedro. Desde entonces, Andrés y Pedro fueron discípulos de Jesús.

Al principio no le seguían constantemente, como habían de hacerlo más tarde, pero iban a escucharle siempre que podían y luego regresaban al lado de su familia a ocuparse de sus negocios. Cuando el Salvador volvió a Galilea, encontró a Pedro y Andrés pescando en el lago y los llamó definitivamente al ministerio apostólico, anunciándoles que haría de ellos pescadores de hombres. Abandonaron inmediatamente sus redes para seguirle y ya no volvieron a separarse de EI.

AI año siguiente, nuestro Señor eligió a los doce Apóstoles; el nombre de Andrés figura entre los cuatro primeros en las listas del Evangelio.

También se le menciona a propósito de la multiplicación de los panes (Juan, 6, 8-9) y de los gentiles que querían ver a Jesús (Juan, 12, 20-22)

Después de Pentecostés
Aparte de unas cuantas palabras de Eusebio, quien dice que San Andrés predicó en Scitia, y de que ciertas "actas" apócrifas que llevan el nombre del apóstol fueron empleadas por los herejes, todo lo que sabemos sobre el santo procede de escritos apócrifos. Sin embargo, hay una curiosa mención de San Andrés en el documento conocido con el nombre de "Fragmento de Muratori", que data de principios del siglo III: "El cuarto Evangelio (fue escrito) por Juan, uno de los discípulos. Cuando los otros discípulos y obispos le urgieron (a que escribiese), les dijo: "Ayunad conmigo a partir de hoy durante tres días, y después hablaremos unos con otros sobre la revelación que hayamos tenido, ya sea en pro o en contra. Esa misma noche, fue revelado a Andrés, uno de los Apóstoles, que Juan debía escribir y que todos debían revisar lo que escribiese".

Teodoreto cuenta que Andrés estuvo en Grecia; San Gregorio Nazianceno especifica que estuvo en Epiro, y San Jerónimo añade que estuvo también en Acaya. San Filastrio dice que del Ponto pasó a Grecia, y que en su época (siglo IV) los habitantes de Sínope afirmaban que poseían un retrato auténtico del santo y que conservaban el ambón desde el cual había predicado en dicha ciudad. Aunque todos estos autores concuerdan en la afirmación de que San Andrés predicó en Grecia, la cosa no es absolutamente cierta.

En la Edad Media era creencia general que San Andrés había estado en Bizancio, donde dejó como obispo a su discípulo Staquis (Rom. 14,9). El origen de esa tradición es un documento falso, en una época en que convenía a Constantinopla atribuirse un origen apostólico para no ser menos que Roma, Alejandría y Antioquía. (El primer obispo de Bizancio del que consta por la historia, fue San Metrófanes, en el siglo IV).

Martirio
El género de muerte de San Andrés y el sitio en que murió son también inciertos. La "pasión" apócrifa dice que fue crucificado en Patras de Acaya. Como no fue clavado a la cruz, sino simplemente atado, pudo predicar al pueblo durante dos días antes de morir. Según parece, la tradición de que murió en una cruz en forma de "X" no circuló antes del siglo IV.

En tiempos del emperador Constancio II (+361), las presuntas reliquias de San Andrés fueron trasladadas de Patras a la iglesia de los Apóstoles, en Constantinopla. Los cruzados tomaron Constantinopla en 1204, y, poco después las reliquias fueron robadas y trasladadas a la catedral de Amalfi, en Italia.

San Andrés es el patrono de Rusia y de Escocia.
Según una tradición que carece de valor, el santo fue a misionar basta Kiev. Nadie afirma que haya ido también a Escocia, y la leyenda que se conserva en el Breviario de Aberdeen y en los escritos de Juan de Fordun, no merece crédito alguno. Según dicha leyenda, un tal San Régulo, que era originario de Patras y se encargó de trasladar las reliquias del apóstol en el siglo IV, recibió en sueños aviso de un ángel de que debía trasportar una parte de las mismas al sitio que se le indicaría más tarde. De acuerdo con las instrucciones, Régulo se dirigió hacia el noroeste, "hacia el extremo de la tierra"". El ángel le mandó detenerse donde se encuentra actualmente Saint Andrews, Régulo construyó ahí una Iglesia para las reliquias, fue elegido primer obispo del lugar y evangelizó al pueblo durante treinta años. Probablemente esta leyenda data del siglo VIII. El 9 de mayo se celebra en la diócesis de Saint Andrews la fiesta de la traslación de las reliquias.

El nombre de San Andrés figura en el canon de la misa, junto con los de otros Apóstoles. También figura, con los nombres de la Virgen Santísima y de San Pedro y San Pablo, en la intercalación que sigue al Padrenuestro. Esta mención suele atribuirse a la devoción que el Papa San Gregorio Magno profesaba al santo, aunque tal vez data de fecha anterior.

-Vidas de los Santos de Butler, Vol. IV.

martes, 29 de noviembre de 2016

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (4,18-22):

En aquel tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

Palabra del Señor :

Te damos gracias Padre por permitirnos compartir tu Palabra ; derrama de tu gracia y de tu amor , tú conoces todas y cada una de nuestras necesidades : espirituales y temporales .

Sabemos que en todos ellos : tú nos asistes , fructificas , provees y sanas todo por tu divina providencia .

Te damos gracias Padre en el Nombre de tu hijo amado , Nuestro Señor Jesucristo . Amén

COMENTARIO DEL EVANGELIO DEL DIA 30 DE NOVIEMBRE :

En el evangelio que hoy se nos propone vemos a Jesús que llama a sus primeros discípulos. Él los elige. Y la llamada es categórica, la respuesta, rápida e incondicional: ellos responden a su llamado, y dejándolo todo, le siguen.

Con estos rasgos se inaugura un nuevo tipo de seguimiento para nosotros cristianos: es una vocación irresistible y vinculante, un compartir en todo la vida y la misión del Maestro: «los haré pescadores de hombres». Ante Jesús no valen las excusas.
LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA : 

30 de noviembre : 

Después de Jesucristo, nadie ha sufrido tanto como la Santísima Virgen María; la piedad cristiana la suele denominar "La Dolorosa", o "la Virgen de los Dolores", o "la Reina de los mártires".

Y se la suele representar con su Corazón atravesado por siete espadas.

María al pie de la cruz es la imagen más sublime del dolor humano; una Madre que ve morir a su Hijo; cuando ese Hijo es nada menos que Dios y esa Madre es la Madre de Dios, el dolor es infinitamente agudo y penetrante.

El Corazón de María fue el Corazón que más sufrió, porque fue el Corazón que más amó.

"Nuestra Señora de la Fraternidad. "con su Maternidad hace crecer en nosotros la fraternidad; así María hace que la Iglesia se sienta familia" (Documento de Puebla Nº 295)

Padre Alfonso Milagro

del Libro : Los cinco minutos de María
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS :

30 de noviembre :

Si abrimos la Biblia en su primera página, encontramos aquella afirmación sobre
el origen del hombre:
"Dios le inspiró en el rostro un aliento de vida,"
Eso es el hombre, nada más que eso, pero nada menos que eso: un aliento de
Dios, un algo de Dios, algo vital como es el aliento.
El hombre lleva en sí un poco del calor de Dios, de ese calor que es fecundo y
que da vida.
Pero si es calor de Dios, ¿por qué no se convierte en llama que encienda cuanto
alrededor suyo se halle? Si es calor de Dios, ¿por qué va esparciendo frío en sus
relaciones, frío de resentimientos, frío de hostilidades, frío de egoísmos?
No está llamado a ser témpano, sino fuego; donde hay témpanos, hay frío;
donde hay frío, no hay vida. En cambio donde hay fuego, hay calor, y donde hay calor
surge en el acto la vida,
"Tu Espíritu bueno les diste para instruirles... Ellos de nuevo gritaban hacia Ti y Tú
escuchabas desde el cielo; muchas veces por ternura los salvaste... Tuviste paciencia con ellos
durante muchos años, les advertiste por tu Espíritu", en tu inmensa ternura no los acabaste,no los abandonaste, porque eres Tú, Dios clemente y lleno de ternura" (Neh, 9,20, 31)

Padre Alfonso Milagro

Del Libro : Los cinco minutos de Dios
 
CARTAS DEL SANTO PADRE PIO DE PIETRELCINA :

NÚMERO XII :

El anhelo de estar en la paz eterna

El anhelo de estar en la paz eterna es bueno, es santo; pero es necesario moderarlo con la completa resignación a la voluntad de Dios. Es mejor realizar el querer de Dios en la tierra que gozar en el cielo. Sufrir y no morir, era el deseo de santa Teresa. Es dulce el purgatorio cuando se sufre por amor de Dios.
Las pruebas, a las que Dios os somete y os someterá, son todas ellas señales de la predilección divina y joyas para el alma. Pasará, queridas mías, el invierno y llegará la interminable primavera, tanto más rica de bellezas cuanto más duras hayan sido las tempestades. La oscuridad que estáis experimentando es señal de la cercanía de Dios a vuestras almas.
(11 de diciembre de 1916, a las hermanas Ventrella – Ep. III, p. 548)



 
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO :
Se renueva la faz de la tierra gloria al Padre , al Hijo y al Espíritu Santo .Esta es la hora en que rompe el Espíritu ,el techo de la tierra y una lengua innumerable purifica , renueva enciende , alegra las entrañas del mundo , esta es la fuerza que pone en pie a la Iglesia en medio de las plazas y levanta testigos en el pueblo para hablar con palabras como espadas delante de los jueces , llama profunda que escrutas e iluminas el corazón del hombre , restablece la fe con tu noticia y el amor ponga en vela la esperanza , hasta que el Señor vuelva . Amén

HIMNO AL ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquecenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

PADRE NUESTRO :
Padre nuestro
que estás en el cielo
Santificado sea tu nombre
venga a nosotros tu Reino
Hágase tu voluntad , en la tierra
como en el cielo .
El pan nuestro de cada día dános hoy
Perdona nuestras ofensas , así como
nosotros perdonamos a los que nos ofenden
y no nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal . Amén
REGLA DE SAN BENITO :

CAPÍTULOS XLV , XLVI , XLVII :

XLV. LOS QUE SE EQUIVOCAN EN EL ORATORIO
1
Si alguien se equivoca al recitar un salmo, un responsorio, una antífona o una
lectura, si allí mismo y en presencia de todos no se humilla con una satisfacción, será
sometido a un mayor castigo 2
por no haber querido reparar con la humildad la falta que
había cometido por negligencia.
3 Los niños, por este género de faltas, serán azotados.

XLVI. LOS QUE INCURREN EN OTRAS FALTAS
1
Si alguien, mientras está trabajando en cualquier ocupación en la cocina, en la
despensa, en el servicio, en la panadería, en la huerta, en un oficio personal o donde sea,
comete alguna falta,
2
o rompe o pierde algo, o cae en alguna otra falta,
3
y no se
presenta en seguida ante el abad y la comunidad para hacer él mismo espontáneamente
una satisfacción y confesar su falta,
4
si la cosa se sabe por otro, será sometido a una
penitencia más severa.
5
Pero, si se trata de un pecado oculto del alma, lo manifestará solamente al abad o a
los ancianos espirituales 6
que son capaces de curar sus propias heridas y las ajenas,
pero no descubrirlas y publicarlas.

XLVII. LA LLAMADA PARA LA OBRA DE DIOS
1 Es responsabilidad del abad que se dé a su tiempo la señal para la obra de Dios,
tanto de día como de noche, o bien haciéndolo él personalmente o encargándoselo a un
hermano tan diligente, que todo se realice a las horas correspondientes.
2 Los salmos y
antífonas se recitarán, después del abad, por aquellos que hayan sido designados y
según su orden de precedencia.
3 No se meterá a cantar o leer sino el que sea capaz de
cumplir este oficio con edificación de los oyentes.
4 Y se hará con humildad, gravedad y
reverencia y por aquel a quien se lo encargue el abad
San Saturnino de Tolosa
29 de noviembre Siglo III


Nombre
Saturnino (Masculino)
Celebran
Saturnino
Otros santos
Otros santos con nombre Saturnino
Falleció
en Toulouse, en el actual Francia
Celebración
29 de noviembre
Vida de San Saturnino de Tolosa


En Toulouse, de la Galia Narbonense, conmemoración de san Saturnino de Tolosa (Sanserenín), obispo y mártir que, según la tradición, en tiempo del mismo Decio fue detenido por los paganos en el Capitolio de esta ciudad y arrastrando por las escaleras desde lo alto del edificio, hasta que, destrozados la cabeza y el cuerpo, entregó su alma a Cristo hacia el año 250.

Saturnino, obispo de Tolosa, es uno de los santos más populares en Francia y en España. La Passio Saturnini es ante todo un documento muy importante para el conocimiento de la antigua Iglesia de la Galia. Según el autor de la Pasión, escrita entre el 430 y el 450, Saturnino fijó su residencia en Tolosa en el 250, bajo el consulado de Decio y Grato. En ese tiempo, refiere el autor, en Galia había pocas comunidades cristianas, con escaso número de fieles, mientras los templos paganos se llenaban de fieles que sacrificaban a los ídolos.

Saturnino, que había llegado desde hacía poco a Tolosa, probablemente de Africa (el nombre es efectivamente africano) o de Oriente, como se lee en el Missale Gothicum, había ya reunido los primeros frutos de su predicación, atrayendo a la fe en Cristo a un buen número de ciudadanos. El santo obispo, para llegar a un pequeño oratorio de su propiedad, pasaba todas las mañanas frente al Capitolio, es decir, el principal templo pagano, dedicado a Júpiter Capitolino, en donde los sacerdotes paganos ofrecían en sacrificio al dios pagano un toro para obtener las gracias que pedían los fieles.

Parece que la presencia de Saturnino volvía mudos a los dioses y de esto los sacerdotes paganos acusaron al obispo cristiano, cuya irreverencia habría irritado la susceptibilidad de las divinidades paganas. Un día la multitud rodeó amenazadora a Saturnino y le impuso que sacrificara un toro sobre el altar de Júpiter. Ante el rechazo del obispo de sacrificar el animal, que poco después se convertiría en el instrumento inconsciente de su martirio, y sobre todo por lo que consideraban los paganos un ultraje a la divinidad, pues Saturnino dijo que no les tenía miedo a los rayos de Júpiter, ya que era impotente porque no existía, lo agarraron enfurecidos y lo ataron al cuello del toro, al que picaron para que corriera escaleras abajo del Capitolio arrastrando al obispo.

Saturnino, con el cuerpo despedazado, murió poco después y su cuerpo quedó abandonado en la calle, de donde lo recogieron dos piadosas mujeres y le dieron sepultura «en una fosa muy profunda». Sobre esta tumba, un siglo después, San Hilario construyó una capilla de madera que pronto fue destruida y se perdió por algún tiempo su recuerdo, hasta cuando en el siglo VI el duque Leunebaldo, volviendo a encontrar las reliquias del mártir, hizo edificar en ese lugar la iglesia dedicada a San Saturnino, en francés Saint-Sernin-du-Taur, que en el Trescientos tomó el actual nombre de Notre-Dame du Taur.

domingo, 27 de noviembre de 2016

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Evangelio de mañana
Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,5-11):

EN aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».

Palabra del Señor :

Te damos gracias Padre por permitirnos compartir tu Palabra ; derrama de tu gracia y de tu amor ; tú conoces todas y cada una de nuestras necesidades : espirituales y temporales .

Sabemos que en todos ellos : tú nos asistes , fructificas , provees y sanas todo por tu Divina Providencia .

Te damos gracias Padre en el Nombre de tu Hijo amado , Nuestro Señor Jesucristo . Amén

COMENTARIO DEL EVANGELIO DEL DÍA 28 DE NOVIEMBRE :

El hombre que pide ayuda a Jesús en el evangelio es un extranjero muy mal visto en Israel en aquella época porque representaba a los romanos que tenían bajo su dominio la tierra de Israel. Jesús se queda admirado ante la confianza que pone este soldado en su poder sanador y exclama: “Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe”. Esta admiración de Jesús ante las palabras del centurión es el reconocimiento del bien, la verdad y la fe presentes en todos los pueblos y son fuente y principio de salvación.

Hoy día el Papa Francisco, siguiendo el ejemplo de Jesús, busca por todos los medios el diálogo con todas las personas y con todas las religiones para alcanzar el bien supremo de la paz para el mundo.

Lector amigo, le invito a preparar con toda ilusión la fiesta de Navidad para que haya un poquito más de paz en el mundo. Sabemos bien que lo que uno prepara con anticipación se disfruta más. Y estas semanas del Adviento justamente tienen ese fin: animar nuestro corazón, fortalecer nuestro espíritu a nivel personal y familiar para que el bien venza siempre al mal. Con el salmo de hoy decimos:

¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»!

Que la paz del Señor esté siempre con nosotros.
LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA :
28 de noviembre :
Cristo es el que ordena que en la vida llegues a ser fermento que haga levantar la masa, que la haga levantar la masa, que la hagas apta para formar el pan, que apague el hambre del mundo de hoy.
La función y misión personal de María es esencialmente maternal y lo es porque da la vida, la vida de Cristo en nosotros; por eso ella es verdaderamente Madre, porque nos dio loa vida y nos la está dando diariamente y nos aumenta esa vida de suerte que cada día vamos viviendo más y mejor.
No basta vivir, es preciso crecer en esa vida y transformarla a nuestro alrededor.
María, vocación y llamado de Dios, también nosotros debemos optar en nuestra vida.
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de Maria
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS :

28 de noviembre :

Ayer le di una receta, con garantía cierta de éxito. Sin embargo, parece que
usted no quedó bien convencido; al menos del todo. Parece que en no pocas
ocasiones trató usted de hacer algo semejante y no le dio el resultado apetecido.
Por eso, a título de garantía de la receta que ayer le di, debo ahora hacerle
algunas observaciones: ¿no puso usted algún diente de ajo? ¿No se le escapó
demasiada pimienta? ¿Quizá no le cayó descuidadamente algún ají?
Porque, evidentemente, cualquier receta quedaría echada a perder y aun
resultaría muy desagradable si le hubiera pasado alguna de esas cosas; ya sabe lo
que dicen por ahí: para que una ensalada esté bien sazonada ha de tener mucho
aceite y poco vinagre.
¡Qué cosas tienen los cocineros!
Su vida tiene mucho de ensalada compuesta de numerosos elementos, a veces
difíciles de compaginar; échele a su vida mucho aceite que suavice y no le ponga cara
de vinagre a nadie; si prueba, quizá llegue a convencerse de lo que le digo.

"Dios encerró a todos los hombres en la rebeldía, para usar con todos ellos de
misericordia" (Rom, 11, 32). "Como todos caemos en muchas faltas, continuamente
necesitamos la misericordia de Dios, y todos los días debemos orar: «Perdónanos nuestras
deudas»." (LG, 40).

Padre Alfonso Milagro

Del Libro : Los cinco minutos de Dios
 
CARTAS DEL SANTO PADRE PÍO DE PIETRELCINA : 

NÚMERO X : 

La virtud de la paciencia

La virtud de la paciencia es la que nos asegura, más que ninguna otra, la perfección; y, si conviene practicarla con los demás, hay que tenerla no menos con uno mismo. El que aspira al puro amor de Dios, no necesita tanto tener paciencia con los demás cuanto tenerla consigo mismo. Para conquistar la perfección, se necesita tolerar las propias imperfecciones. Digo tolerarlas con paciencia y no ya amarlas o acariciarlas. Con este sufrimiento crece la humildad. Para caminar siempre bien, es necesario, mi queridísimo hijo, aplicarse con diligencia a recorrer bien aquel trozo de camino que está más cerca y que es posible recorrer, hacer bien la primera jornada, y no perder el tiempo deseando hacer la última cuando todavía no se ha hecho la primera.
Muchísimas veces nos detenemos tanto en el deseo de ser ángeles del paraíso, que descuidamos ser buenos cristianos. Con esto no quiero decir o significar que no sea oportuno para el alma poner muy alto su deseo, pero sí que no se puede desear o pretender alcanzarlo en un día, porque esta pretensión y este deseo nos fatigarían demasiado y para nada. Nuestras imperfecciones, hijito mío, nos han de acompañar hasta la tumba. Es cierto que nosotros no podemos caminar sin tocar tierra; pero es verdad también que, si no nos tenemos que tumbar o mirar a otro lado, tampoco hay que pensar en volar, porque en las vías del espíritu somos como pequeños pollitos, a quienes todavía no les han salido las alas.
(25 de noviembre de 1917, a Luis Bozzuto – Ep. IV, p. 403)
CARTA APOSTÓLICA
ROSARIUM VIRGINIS MARIAE
DEL SUMO PONTÍFICE
SAN JUAN PABLO II
AL EPISCOPADO, AL CLERO
Y A LOS FIELES
SOBRE EL SANTO ROSARIO

CONCLUSIÓN (Parte II )

... y los hijos

42. Es hermoso y fructuoso confiar también a esta oración el proceso de crecimiento de los hijos. ¿No es acaso, el Rosario, el itinerario de la vida de Cristo, desde su concepción a la muerte, hasta la resurrección y la gloria? Hoy resulta cada vez más difícil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida. En la sociedad de la tecnología avanzada, de los medios de comunicación social y de la globalización, todo se ha acelerado, y cada día es mayor la distancia cultural entre las generaciones. Los mensajes de todo tipo y las experiencias más imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes, y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos. Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes, al constatar los fracasos de los hijos ante la seducción de la droga, los atractivos de un hedonismo desenfrenado, las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperación.

Rezar con el Rosario por los hijos, y mejor aún, con los hijos, educándolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de «intervalo de oración» de la familia, no es ciertamente la solución de todos los problemas, pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar. Se puede objetar que el Rosario parece una oración poco adecuada para los gustos de los chicos y los jóvenes de hoy. Pero quizás esta objeción se basa en un modo poco esmerado de rezarlo. Por otra parte, salvando su estructura fundamental, nada impide que, para ellos, el rezo del Rosario –tanto en familia como en los grupos– se enriquezca con oportunas aportaciones simbólicas y prácticas, que favorezcan su comprensión y valorización. ¿Por qué no probarlo? Una pastoral juvenil no derrotista, apasionada y creativa –¡las Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ello!– es capaz de dar, con la ayuda de Dios, pasos verdaderamente significativos. Si el Rosario se presenta bien, estoy seguro de que los jóvenes mismos serán capaces de sorprender una vez más a los adultos, haciendo propia esta oración y recitándola con el entusiasmo típico de su edad.

El Rosario, un tesoro que recuperar

43. Queridos hermanos y hermanas: Una oración tan fácil, y al mismo tiempo tan rica, merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana. Hagámoslo sobre todo en este año, asumiendo esta propuesta como una consolidación de la línea trazada en la Carta apostólica Novo millennio ineunte, en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el próximo futuro.

Me dirijo en particular a vosotros, queridos Hermanos en el Episcopado, sacerdotes y diáconos, y a vosotros, agentes pastorales en los diversos ministerios, para que, teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario, os convirtáis en sus diligentes promotores.

Confío también en vosotros, teólogos, para que, realizando una reflexión a la vez rigurosa y sabia, basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano, ayudéis a descubrir los fundamentos bíblicos, las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oración tradicional.

Cuento con vosotros, consagrados y consagradas, llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de María.

Pienso en todos vosotros, hermanos y hermanas de toda condición, en vosotras, familias cristianas, en vosotros, enfermos y ancianos, en vosotros, jóvenes: tomad con confianza entre las manos el rosario, descubriéndolo de nuevo a la luz de la Escritura, en armonía con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana.

¡Qué este llamamiento mío no sea en balde! Al inicio del vigésimo quinto año de Pontificado, pongo esta Carta apostólica en las manos de la Virgen María, postrándome espiritualmente ante su imagen en su espléndido Santuario edificado por el Beato Bartolomé Longo, apóstol del Rosario. Hago mías con gusto las palabras conmovedoras con las que él termina la célebre Súplica a la Reina del Santo Rosario: «Oh Rosario bendito de María, dulce cadena que nos une con Dios, vínculo de amor que nos une a los Ángeles, torre de salvación contra los asaltos del infierno, puerto seguro en el común naufragio, no te dejaremos jamás. Tú serás nuestro consuelo en la hora de la agonía. Para ti el último beso de la vida que se apaga. Y el último susurro de nuestros labios será tu suave nombre, oh Reina del Rosario de Pompeya, oh Madre nuestra querida, oh Refugio de los pecadores, oh Soberana consoladora de los tristes. Que seas bendita por doquier, hoy y siempre, en la tierra y en el cielo».

Vaticano, 16 octubre del año 2002, inicio del vigésimo quinto de mi Pontificado. Fin

Hermanos Esperamos que haya sido de su agrado y que hayan recibido y reciban muchas bendiciones , milagros y prosperidad en cada área de su vida , y sean llenos del Espíritu Santo . Amén

Y si les gusto , y quieren que sigamos compartiendo mas , nos dicen por favor , muchas gracias
LA REGLA DE SAN BENITO :

XXXIX. LA RACIÓN DE COMIDA

1 Creemos que es suficiente en todas las mesas para la comida de cada día, tanto si
es a la hora de sexta como a la de nona, con dos manjares cocidos, en atención a la
salud de cada uno, 2
para que, si alguien no puede tomar uno, coma del otro. 3
Por tanto,
todos los hermanos tendrán suficiente con dos manjares cocidos, y, si hubiese allí fruta
o legumbres tiernas, añádase un tercero. 4 Bastará para toda la jornada con una libra
larga de pan, haya una sola refección, o también comida y cena,
5
Porque, si han de
cenar, guardará el mayordomo la tercera parte de esa libra para ponerla en la cena.
6 Cuando el trabajo sea más duro, el abad, si lo juzga conveniente, podrá añadir algo
más,
7
con tal de que, ante todo, se excluya cualquier exceso y nunca se indigeste algún
monje,
8
porque nada hay tan opuesto a todo cristiano como la glotonería,
9
como dice
nuestro Señor: «Andad con cuidado para que no se embote el espíritu con los excesos».
10 A los niños pequeños no se les ha de dar la misma cantidad, sino menos que a los
mayores, guardando en todo la sobriedad.
11 Por lo demás, todos han de abstenerse absolutamente de la carne de cuadrúpedos,
menos los enfermos muy débiles.

XL. LA RACIÓN DE BEBIDA
1
«Cada uno tiene el don particular que Dios le ha dado; unos uno, y otros otro».
2
Por eso, con cierta escrupulosidad determinamos la cantidad de alimento que los demás
han de tomar.
3
Sin embargo, por consideración a la flaqueza de los débiles, pensamos
que es suficiente una hemina de vino al día por persona.
4
Pero aquellos a quienes Dios
les da fuerzas para abstenerse, piensen que tendrán una recompensa especial.
5 Mas si, por las circunstancias del lugar en que viven, o por el trabajo, o por el
calor del verano, se necesita algo más, lo dejamos a la discreción del superior, con tal
de que jamás se dé lugar a la saciedad o a la embriaguez.
6 Y, aunque leamos que el
vino es totalmente impropio de monjes, porque creemos que hoy día no es posible
convencerles, convengamos, al menos, en no beber hasta la saciedad, sino sobriamente,
7
porque «el vino hace claudicar hasta a los más sensatos».
8
Pero si por las condiciones locales no se puede adquirir ni la cantidad indicada,
sino mucho menos, o incluso absolutamente nada, bendigan a Dios porque habitan en
ese lugar y no murmuren. 9 Esto recomendamos ante todo: que eviten siempre la
murmuración.

XLI. A QUÉ HORAS DEBEN COMER LOS MONJES
1 Desde la santa Pascua hasta Pentecostés, los hermanos comerán a sexta y cenarán
al atardecer.
2 A partir de Pentecostés, durante el verano, ayunarán hasta nona los miércoles y
viernes, si es que los monjes no tienen que trabajar en el campo o no resulta penoso por
el excesivo calor.
3 Los demás días comerán a sexta.
4 Continuarán comiendo a la hora
sexta, si tienen trabajo en los campos o si es excesivo el calor del verano, según lo
disponga el abad, 5
quien ha de regular y disponer todas las cosas de tal modo, que las
almas se salven y los hermanos hagan lo dispuesto sin justificada murmuración.
6 Desde los idus de septiembre hasta el comienzo de la cuaresma, la comida será
siempre a la hora nona.
7
Pero durante la cuaresma, hasta Pascua, será a la hora de vísperas.
8 Mas el oficio
de vísperas ha de celebrarse de tal manera, que no haya necesidad de encender las
lámparas para comer, sino que todo se acabe por completo con la luz del día.
9 Y
dispóngase siempre así: tanto la hora de la cena como la de la comida se ha de calcular
de modo que todo se haga con luz natural
ORACIONES A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA :

27 de noviembre :

PARA OBTENER LA CURACIÓN DE UN ENFERMO

¡Oh María, sin pecado concebida, cuya inmensa bondad y tierna misericordia no excluye el alivio de este amargo fruto de la culpa que se llama enfermedad de la cual es con frecuencia víctima nuestro miserable cuerpo! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me tenéis implorando vuestro favor. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra de vuestro Hijo Jesús, obténgalo este querido enfermo, que os recomiendo, mediante la aplicación de vuestra Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor vuestro, podamos exclamar agradecidos: La Medalla Milagrosa le ha curado.

Gracias Madre de Dios y madre mía por las gracias y los milagros recibidos , y por los que vamos a recibir todos y cada uno . Amén

DIOS TE SALVE MARÍA :

Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor está contigo
bendita tu eres entre
todas las mujeres
y bendito es el fruto
de tu vientre Jesús .

Santa María
Madre de Dios
ruega por nosotros
pecadores .
Ahora y en la hora
de nuestra muerte . Amén

BENDITA SEA TU PUREZA :

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza
a ti celestial Princesa :
Virgen Sagrada María
Yo te ofrezco en este día
Alma vida y corazón
Mírame con compasión ,
no me dejes Madre mía . Amen
ORACIONES A NUESTRA SEÑORA DE LA MEDALLA MILAGROS A :

Fiesta : 27 de noviembre

PARA OBTENER UNA GRACIA ESPECIAL

¡Oh María, consuelo de cuantos os invocan!. Escuchad benigna la confiada oración que en mi necesidad elevo al trono de vuestra misericordia. ¿A quién podré recurrir mejor que a Vos, Virgen bendita, que sólo respiráis dignidad y clemencia, que dueña de todos los bienes de Dios, sólo pensáis en difundirlos en torno vuestro? Sed pues mi amparo, mi esperanza en esta ocasión; y ya que devotamente pende de mi cuello la Medalla Milagrosa, prenda inestimable de vuestro amor, concededme, Madre Inmaculada, concededme la gracia que con tanta insistencia os pido.

PARA DAR GRACIAS POR UN FAVOR RECIBIDO

¡Oh dulce y gloriosísima Virgen María! He dirigido mis humildes súplicas a vuestro trono, y he conocido por experiencia que nunca se os invoca en vano; que vuestros ojos miran complacidos a quien en vuestra presencia se postra; que vuestros oídos están atentos a nuestras plegarias; que vuestras manos vierten bendiciones a torrentes sobre el mundo entero, y en particular sobre los que llevan con confianza la Medalla Milagrosa. ¿Cómo pagaros, Madre Inmaculada, tanto favor? De ningún modo mejor que proclamando vuestra bondad y difundiendo por todas partes vuestra bendita Medalla, como me propongo hacerlo desde este día en testimonio de mi agradecimiento y de mi amor. Dadme gracia, Madre mía, para llevarlo a cabo.

Gracias Madre de Dios y madre mía por las gracias y los milagros recibidos por tu intercesión , y por los que voy a recibir . Amén
ORACIONES A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA :
27 de noviembre :
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN
A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA
Postrado ante vuestro acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludaros en el augusto misterio de vuestra concepción sin mancha, os elijo, desde ahora para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios. Yo os prometo, virgen purísima, no olvidaros jamás, ni vuestro culto ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también promover en los que me rodean vuestro amor. Recibidme, Madre tierna, desde este momento y sed para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén.
Gracias Madre de Dios y Madre mía por las gracias y milagros recibidos por tu intercesión , y por los que voy a recibir . Amén
Evangelio
Evangelio según San Mateo 24,37-44, del domingo, 27 de noviembre de 2016

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 24,37-44.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.
En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán.
Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».

Palabra del Señor

Palabra del Señor :
Te damos gracias Padre por permitirnos compartir tu Palabra ; derrama de tu gracia y de tu amor ; tu conoces todas y cada una de nuestras necesidades : espirituales y temporales .

Sabemos que en todos ellos : tú nos asistes , fructificas , provees y sanas todo por tu divina Providencia .

Te damos gracias Padre en el Nombre de tu Hijo amado , Nuestro Señor Jesucristo . Amén
LOS CINCO MINUTOS DE MARIA .

27 de noviembre :
Cristo nos habla en su Evangelio del agua que salva hasta la vida eterna y nos afirma que el que beba de esa agua ya no tendrá sed.

Cuando María llevaba su cántaro a la fuente para llenarlo de agua refrescante llavaría al Niño Jesús consigo e iría pensando y hablando con Él de esa agua de vida.

Así se vió su espíritu colmado y saturado de esa agua, que fecunda y fertiliza las virtudes, convirtiéndola en fuente de la gracia.

María, figura perenne para el cristiano, ideal y meta, estímulo y aliciente , sé siempre nuestra fuente de bendiciones . Amén

Padre Alfonso Milagro

Del Libro : Los cinco minutos de María
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS :
27 de noviembre :
¿Conoce usted algún libro de recetas culinarias? De seguro que al menos en
alguna revista habrá hojeado, como por curiosidad, algunas de esas recetas.
¿Desea que le presente una receta original? La escribió un sabio y prudente
autor de esta forma:
"Tome una gran cantidad de alegría y déjela hervir a fuego lento, sin parar.
Póngale un tazón bien lleno de leche de la bondad y enseguida agregue una medida
completa de consideración y respeto hacia los demás.
Mezcle con esos ingredientes una cucharada de comprensión; pero una buena
cucharada, no una de café, sino sopera; si pone un cucharón, la receta no se
estropeará, más bien ganará.
Sazone todo eso con abundante caridad; desparrámela bien por todo el conjunto
de horas, tiempos y personas.
Mezcle todo perfectamente y enseguida con todo cuidado ciérnalo por un
colador, para eliminar cualquier partícula de egoísmo. Para servirlo, sírvalo con
abundante salsa de amor. Es exquisito y cautivador."
“Cristo es quien nos revela que Dios es amor, a la vez que nos enseña que la ley
fundamental de la perfección humana, por tanto de la transformación del mundo, es el
mandamiento nuevo del amor. Así pues, a los que creen en la ley de la caridad divina les da la
certeza de que abrir a todos los hombres los caminos del amor y esforzarse por instaurar la
fraternidad universal, no son cosas inútiles" (GS, 38).
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de Dios

viernes, 25 de noviembre de 2016

LOS CINCO MINUTOS DE MARIA : 

26 de noviembre : 

María en su adolescencia había trazado para sí un hermoso proyecto de vida, afincando como centro en su virginidad.

Pero Dios modificó ese proyecto y, conservando milagrosamente su virginidad, hizo que su vida y su función personal se centrara en su Maternidad divina.

María aceptó la voluntad de Dios, que cambiaba sus planes personales y se entregó plenamente a lo que Dios quería de ella. Con mayor razón nosotros debemos estar dispuestos a ceder nuestros planes, para aceptar los planes de Dios sobre nosotros.

Nuestra Señora de los sacerdotes, concédenos numerosas y santas vocaciones sacerdotales., religiosas y misioneras

Padre Alfonso Milagro

Del Libro : Los cinco minutos de María
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS : 

26 de noviembre : 

Si el hombre lleva a Dios consigo, no puede llevarlo tan oculto que “no se le note”; ese Dios íntimo, que penetra hasta lo más recóndito de su ser, debe salir a su exterior.
Y así ese Dios hará que cuando el hombre tome conciencia de las maravillas de su vida, la convierta en una vida de maravillas.
Maravillas de gracia y de amor; maravillas de generosidad y de entrega; maravillas de donación y de ofrenda; maravillas de consagración y de comunión.
Comunión con Dios y con los demás hombres; comunión con la naturaleza y con todo el cosmos. Con ese cosmos exterior que los rodea y con ese cosmos íntimo que vive en su interior.

El hombre, así, se habrá convertido en un ser de profundidad, de dimensiones múltiples; así llegará a ser el constructor de sí mismo y el hacedor de un nuevo mundo, de un nuevo estado de cosas en el que reine el orden y la jerarquización de los valores.

Padre Alfonso Milagro

Del Libro : Los cinco minutos de Dios
CARTAS DEL SANTO PADRE PIO DE PIETRELCINA : 

NÚMERO VIII : 

Queridísima hija:

Jesús te bendiga, sea siempre el Rey de tu corazón y te trate como le agrade protegiendo tu alma en la durísima prueba espiritual, que si es prueba efectiva, también será prueba amorosa. Constantemente elevo oraciones al Señor por ti: Te ruego estés firme, segura, constante, que permanezcas inmutable contra cualquier prueba y persuasión contraria: No temas, vuelvo a decirte, hija mía. Permanece en las aseguraciones que te he hecho y que te hago en el dulcísimo Jesús. El está contigo y se complace en tu alma y tú ámalo y sírvelo con fidelidad y delicadeza sin que tú lo sepas y lo conozcas.

No ofendes en modo alguno al Señor; más bien lo quieres con un amor grandísimo, y es por esto por lo que el Señor ha puesto su mirada de suma complacencia sobre ti. El te ama con predilección, y es precisamente por esto que te va sometiendo a todas las pruebas de su dolorosísima pasión. Así pues, hija mía, es tu estado admirable desde todos los puntos de vista. Resígnate y fortalécete por las consideraciones de lo que te digo y que te vienen hechas por quien ocupa el lugar de Dios y que te ama inmensamente en El. Que te sea suficiente, queridísima hija, estas consideraciones y perdóname si no me extiendo más como desearía, porque también yo me encuentro herido por la epidemia. ¡Qué contento estaría yo si esta enfermedad fuese propicia a darme el último golpe de gracia!, mas es inútil esperarlo. Hay que continuar viviendo y por mucho tiempo todavía, para poder apurar enteramente el cáliz de Getsemaní hasta las últimas gotas y exhalar el último suspiro de vida en el Calvario entre el abandono de todo y de todos.

Mis sufrimientos interiores crecen y crecen cada vez más sin el menor descanso. Pero te suplico que no te aflijas en demasía por esto, sabiendo que así lo quiere el Señor, porque así desea ser amado de sus criaturas.
No deseo otra cosa, pues, de ti, sino que como una nueva María asistas al crucificado con tus oraciones y sufrimientos y ofrezcas las penas de El a la divina justicia para que un día tenga misericordia de mi.

Acabo de recibir noticias de casa que me hacen saber que he perdido una hermana y un sobrino, y que mi madre se encuentra también ella en triste estado. Te dejo que supongas el desgarro de mi alma y de mi corazón, y no me queda más que hacer y repetir con Job: "Dios me lo dio, Dios me lo quitó, sea bendito su santo nombre." Una oración por la pobre difunta y otra por mi madre a fin de que sea apartada de la muerte, si a Dios le place, y que El de a todos la santa resignación.

Te bendigo con todo afecto.

Padre Pío
CARTA APOSTÓLICA
ROSARIUM VIRGINIS MARIAE
DEL SUMO PONTÍFICE
SAN JUAN PABLO II
AL EPISCOPADO, AL CLERO
Y A LOS FIELES
SOBRE EL SANTO ROSARIO

CAPÍTULO III (Parte IV de IV)

CAPÍTULO III

« PARA MÍ LA VIDA ES CRISTO »

La jaculatoria final

35. Habitualmente, en el rezo del Rosario, después de la doxología trinitaria sigue una jaculatoria, que varía según las costumbres. Sin quitar valor a tales invocaciones, parece oportuno señalar que la contemplación de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oración dirigida a alcanzar los frutos específicos de la meditación del misterio. De este modo, el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relación con la vida cristiana. Lo sugiere una bella oración litúrgica, que nos invita a pedir que, meditando los misterios del Rosario, lleguemos a «imitar lo que contienen y a conseguir lo que prometen».[38]

Como ya se hace, dicha oración final puede expresarse en varias forma legítimas. El Rosario adquiere así también una fisonomía más adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas. En esta perspectiva, es de desear que se difundan, con el debido discernimiento pastoral, las propuestas más significativas, experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que cultivan particularmente la práctica del Rosario, de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auténtica riqueza espiritual, encontrando así una ayuda para la propia contemplación.

El 'rosario'

36. Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario. En la práctica más superficial, a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesión de las Ave Maria. Pero sirve también para expresar un simbolismo, que puede dar ulterior densidad a la contemplación.

A este propósito, lo primero que debe tenerse presente es que el rosario está centrado en el Crucifijo, que abre y cierra el proceso mismo de la oración. En Cristo se centra la vida y la oración de los creyentes. Todo parte de Él, todo tiende hacia Él, todo, a través de Él, en el Espíritu Santo, llega al Padre.

En cuanto medio para contar, que marca el avanzar de la oración, el rosario evoca el camino incesante de la contemplación y de la perfección cristiana. El Beato Bartolomé Longo lo consideraba también como una 'cadena' que nos une a Dios. Cadena, sí, pero cadena dulce; así se manifiesta la relación con Dios, que es Padre. Cadena 'filial', que nos pone en sintonía con María, la «sierva del Señor» (Lc 1, 38) y, en definitiva, con el propio Cristo, que, aun siendo Dios, se hizo «siervo» por amor nuestro (Flp 2, 7).

Es también hermoso ampliar el significado simbólico del rosario a nuestra relación recíproca, recordando de ese modo el vínculo de comunión y fraternidad que nos une a todos en Cristo.

Inicio y conclusión

37. En la práctica corriente, hay varios modos de comenzar el Rosario, según los diversos contextos eclesiales. En algunas regiones se suele iniciar con la invocación del Salmo 69: «Dios mío ven en mi auxilio, Señor date prisa en socorrerme», como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia; en otras, se comienza recitando el Credo, como haciendo de la profesión de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende. Éstos y otros modos similares, en la medida que disponen el ánimo para la contemplación, son usos igualmente legítimos. La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa, para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales. Precisamente para fomentar esta proyección eclesial del Rosario, la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones.

En efecto, si se hace así, el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que María se hace madre, maestra, guía, y sostiene al fiel con su poderosa intercesión. ¿Cómo asombrarse, pues, si al final de esta oración en la cual se ha experimentado íntimamente la maternidad de María, el espíritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santísima Virgen, bien con la espléndida oración de la Salve Regina, bien con las Letanías lauretanas? Es como coronar un camino interior, que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santísima.

La distribución en el tiempo

38. El Rosario puede recitarse entero cada día, y hay quienes así lo hacen de manera laudable. De ese modo, el Rosario impregna de oración los días de muchos contemplativos, o sirve de compañía a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible. Pero es obvio –y eso vale, con mayor razón, si se añade el nuevo ciclo de los mysteria lucis– que muchos no podrán recitar más que una parte, según un determinado orden semanal. Esta distribución semanal da a los días de la semana un cierto 'color' espiritual, análogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del año litúrgico.

Según la praxis corriente, el lunes y el jueves están dedicados a los «misterios gozosos», el martes y el viernes a los «dolorosos», el miércoles, el sábado y el domingo a los «gloriosos». ¿Dónde introducir los «misterios de la luz»? Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el sábado y el domingo, y que el sábado es tradicionalmente un día de marcado carácter mariano, parece aconsejable trasladar al sábado la segunda meditación semanal de los misterios gozosos, en los cuales la presencia de María es más destacada. Queda así libre el jueves para la meditación de los misterios de la luz.

No obstante, esta indicación no pretende limitar una conveniente libertad en la meditación personal y comunitaria, según las exigencias espirituales y pastorales y, sobre todo, las coincidencias litúrgicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones. Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez más como un itinerario contemplativo. Por medio de él, de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia, la semana del cristiano, centrada en el domingo, día de la resurrección, se convierte en un camino a través de los misterios de la vida de Cristo, y Él se consolida en la vida de sus discípulos como Señor del tiempo y de la historia.
ORACIÓN A MARÍA AUXILIADORA : 

Fiesta : 24 de mayo : 

Santísima Virgen , Madre de Dios , yo aunque indigno pecador postrado a vuestros pies en presencia de Dios omnipotente os ofrezco este mi corazón con todos sus afectos . A vos lo consagro y quiero que sea siempre vuestro y de vuestro Hijo Jesús . Aceptad esta humilde oferta vos que siempre habéis sido la auxiliadora del pueblo cristiano . Oh María , refugio de los atribulados , consuelo de los afligidos , ten compasión de la pena que tanto me aflige , del apuro extremo en que me encuentro . Reina de los cielos , en vuestras manos pongo mi causa . Se bien que en los casos desesperados se muestra más potente vuestra misericordia y nada puede resistir a vuestro poder .
Alcánzame Madre mía la gracia que os pido si es del agrado de mi Dios y Señor . Amén

Gracias Madre de Dios y madre mía , por las gracias y milagros recibidos por tu intercesión , y por los que voy a recibir . Amén

PADRE NUESTRO :

Padre nuestro , que estás en los cielos , santificado sea tu Nombre , venga a nosotros tu Reino , hagase tu voluntad , en la tierra como en el cielo , el pan nuestro de cada día , danoslo hoy , perdona nuestras ofensas , asi como nosotros perdonamos a los que nos ofenden , y no nos dejes caer en tentacion ,y libranos del mal . Amén

BENDITA SEA TU PUREZA :

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea
pues todo un Dios
se recrea , en tan
graciosa belleza .

A ti celestial Princesa
Virgen Sagrada María
Yo te ofrezco en este día :
Alma vida y corazón .

Mírame con compasión
no me dejes Madre mía . Amén