domingo, 4 de junio de 2017


Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,1-12):

En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas y a los ancianos: «Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. A su tiempo, envió un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías. Les envió otro criado; a éste lo insultaron y lo descalabraron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos los apalearon o los mataron. Le quedaba uno, su hijo querido. Y lo envió el último, pensando que a su hijo lo respetarían. Pero los labradores se dijeron: "Éste es el heredero. Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia." Y, agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño de la viña? Acabará con los labradores y arrendará la viña a otros. ¿No habéis leído aquel texto: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedraLa imagen puede contener: una o varias personas angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"?»
Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos; pero temieron a la gente, y, dejándolo allí, se marcharon.

Palabra del Señor

COMENTARIO DEL EVANGELIO DEL DÍA :

La parábola de los labradores o arrendatarios malvados, que arriendan y cultivan la viña, describe con palabras conmovedoras ante todo cómo ama Dios a su pueblo escogido (a Israel, y también a nosotros), como un viñador ama a su viña. Este es un tema muy querido por las Escrituras.
Dios planta la viña y la cuida con esmero. Dios toma la iniciativa en el amor. Después deja aparte su trabajo para que los trabajadores lo continúen y desarrollen; se lo confía a ellos y quiere ver cómo da fruto a su debido tiempo. Envía incluso a su propio Hijo. Israel no produjo el fruto esperado. ¿Lo producimos nosotros?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario