lunes, 25 de enero de 2016

CONVERSIÓN DE SAN PABLO - 25 DE ENERO :
Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles 9 , 1-30 :
1.Saulo no desistía de su rabia, proyectando violencias y muerte contra los discípulos del Señor. Se presentó al sumo sacerdote
2.y le pidió poderes escritos para las sinagogas de Damasco, pues quería detener a cuantos seguidores del Camino encontrara, hombres y mujeres, y llevarlos presos a Jerusalén.
3.Mientras iba de camino, ya cerca de Damasco, le envolvió de repente una luz que venía del cielo.
4.Cayó al suelo y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?»
5.Preguntó él: «¿Quién eres tú, Señor?» Y él respondió: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
6.Ahora levántate y entra en la ciudad. Allí se te dirá lo que tienes que hacer.»
7.Los hombres que lo acompañaban se habían quedado atónitos, pues oían hablar, pero no veían a nadie,
8.y Saulo, al levantarse del suelo, no veía nada por más que abría los ojos. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco.
9.Allí permaneció tres días sin comer ni beber, y estaba ciego.
10.Vivía en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor lo llamó en una visión: «¡Ananías!» Respondió él: «Aquí estoy, Señor.»
11.Y el Señor le dijo: «Vete en seguida a la calle llamada Recta y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo. Lo encontrarás rezando,
12.pues acaba de tener una visión en que un varón llamado Ananías entraba y le imponía las manos para que recobrara la vista.»
13.Ananías le respondió: «Señor, he oído a muchos hablar del daño que este hombre ha causado a tus santos en Jerusalén.
14.Y ahora está aquí con poderes del sumo sacerdote para llevar presos a todos los que invocan tu Nombre.»
15.El Señor le contestó: «Vete. Este hombre es para mí un instrumento excepcional, y llevará mi Nombre a las naciones paganas y a sus reyes, así como al pueblo de Israel.
16.Yo le mostraré todo lo que tendrá que sufrir por mi Nombre.»
17.Salió Ananías, entró en la casa y le impuso las manos diciendo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.»
18.Al instante se le cayeron de los ojos una especie de escamas y empezó a ver. Se levantó y fue bautizado.
19.Después comió y recobró las fuerzas. Saulo permaneció durante algunos días con los discípulos en Damasco,
20.y en seguida se fue por las sinagogas proclamando a Jesús como el Hijo de Dios.
21.Los que lo oían quedaban maravillados y decían: «¡Y pensar que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocaban este Nombre! Pero, ¿no ha venido aquí para encadenarlos y llevarlos ante los jefes de los sacerdotes?
22.Saulo se mostraba cada vez más fuerte cuando demostraba que Jesús era el Mesías, y refutaba todas las objeciones de los judíos de Damasco.
23.Después de bastante tiempo los judíos decidieron matarlo,
24.pero Saulo llegó a conocer su plan. Día y noche eran vigiladas las puertas de la ciudad para poder matarlo.
25.Entonces sus discípulos lo tomaron una noche y lo bajaron desde lo alto de la muralla metido en un canasto.
26.Al llegar a Jerusalén intentó juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo, pues no creían que fuese realmente discípulo.
27.Entonces Bernabé lo tomó consigo, lo presentó a los apóstoles y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino y cómo el Señor le había hablado. También les expuso la valentía con que había predicado en Damasco en nombre de Jesús.
28.Saulo empezó a convivir con ellos. Se movía muy libremente por Jerusalén y predicaba abiertamente el Nombre del Señor.
29.Hablaba a los helenistas y discutía con ellos, pero planearon matarle.
30.Los hermanos se enteraron y lo llevaron a Cesarea, y desde allí lo enviaron a Tarso .

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