martes, 27 de septiembre de 2016

LOS CINCO MINUTOS DE MARIA :
Todos tenemos nuestros gustos , a veces no del todo santos , no del todo acordes con los gustos de Dios y de los de la Madre del Cielo .
Cuando la tentación ronda a nuestro alrededor para hacernos caer ; cuando en nuestros interior surgen los instintos alborotados , cuando la soberbia , el egoísmo , la comodidad , pretenden avasallarnos , pensemos que es mucho mejor dejarnos guiar por nuestra Madre Santísima que encapricharnos en nuestros gustos sonales . Y si al final de nuestra vida tenemos la conciencia de que hemos vivido tratando de dar gusto a la Virgen , estaremos seguros de nuestra salvación , pues los gustos de la Virgen , son los gustos de Dios .
Maria , que respondiste con tu vida al plan de Dios , ilumina nuestro deseo para que vivamos respondiendo al mandamiento del amor
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de María
LOS CINCO MINUTOS DE MARIA :
28 de setiembre :
La virgen Santísima que vivió en una permanente contemplación de Dios , no descuidó , sin embargo , el cumplimiento de sus deberes diarios , la atención de Jesús y de José , que integraban su hogar , las tareas domésticas , el arreglo de su pobre casa .
Todo eso lo hizo y lo hizo perfectamente , y lo hizo sin perder por ello la comunicación personal y afectiva con su Dios .
Mucho tendremos que aprender nosotros , tanto en un sentido como en otro .
María ayúdanos a vivir con la mirada dirigida al cielo y los brazos extendidos hacia nuestros hermanos . Amén
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de María
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS :
28 de setiembre :
Si no con frecuencia , al menos de cuando en cuando te sorprendes a ti mismo después de una discusión , de una disputa , de una pelea con los tuyos , con los que más amas en la vida , o con los que te están rodeando a diario por motivos de trabajo , de vecindad , etcétera .
Y después del altercado , después de haberte dejado llevar por tu nerviosismo , ya sereno , comenzaste a recordar lo pasado , y viste que ellos tenían razón , y no tú . Otras veces has visto con claridad que la razón era tuya , pero que fuiste bastante niño y terco en la defensa de tu razón .
Consecuencia : que en toda discusión , en todo encontronazo has salido perdiendo , que siempre toda pelea ha resultado negativa , que nunca sirvió para esclarecer la verdad , o para acercar los corazones , más bien los alejó , los agrió , con la razón de tu parte o en contra tuya , quedaste bastante lejos de los tuyos , amargado con ellos ; ¿valía la pena entonces el altercado?
El Espíritu Santo nos aconseja : ‘’Hijo mío , realiza tus obras con modestia y serás amado por los que agradan a Dios ‘’ (Eclo 3 , 17) ‘’Está siempre dispuesto en escuchar y se lento en responder ‘’ (Eclo 5 11) ‘’Las palabras traen gloria y deshonor , y la lengua del hombre puede provocar la caída ‘’ (Eclo 5 13) . Será pues , muy prudente , pensar antes de hablar , pensar si tenemos que hablar o callar y pensar cómo debemos hablar .
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de Dios
San Vicente Paúl
27 de septiembre Siglo XVII
Memoria de san Vicente Paúl, presbítero, que lleno de espíritu sacerdotal y entregado en París al servicio de los pobres, veía el rostro del Señor en cada persona doliente. Fundó la Congregación de la Misión (Paúles), al modo de la primitiva Iglesia, para formar santamente al clero y subvenir a los necesitados, y con la cooperación de santa Luisa de Marillac, fundó también la Congregación de Hijas de la Caridad.

Nombre
Vicente (Masculino)
Celebran
Los Vicente suelen celebrar el 5-abr:
San Vicente Ferrer
Otros santos
Otros santos con nombre Vicente
Nació
24 de abril de 1581 en Pouy, en el actual Francia
Falleció
27 de septiembre de 1660 en París, en el actual Francia
Proceso
Beatificadoel 13 de agosto de 1729 por Benedicto XIII
Canonizado el 16 de junio de 1737 por Clemente XII
Celebración
27 de septiembre
Religioso
de la Congregación de la Misión
Vida de San Vicente Paúl

Nació en Pouy (Gascuña, Francia) en 1580 –aunque algunas autoridades han dicho 1576–, y murió en París el 27 de septiembre de 1660. Nacido en una familia campesina, estudió humanidades en Dax con los Cordeleros, y Teología, estudios interrumpidos por una breve estancia en Zaragoza, en Toulouse, donde se graduó. Se ordenó sacerdote en 1600 y permaneció en Toulouse o en sus proximidades trabajando como tutor mientras continuaba con sus propios estudios. En 1605, regresó a Marsella, donde había ido a causa de una herencia, pero allí fue hecho prisionero por piratas turcos, que lo llevaron a Túnez. Fue vendido como esclavo, pero escapó en 1607 con su amo, un renegado al que convirtió. De regreso a Francia, fue a Aviñón a ver al vicelegado papal, al que siguió a Roma para continuar sus estudios. Fue enviado de vuelta a Francia en 1609, en una misión secreta cerca de Enrique IV; fue nombrado capellán de la reina Margarita de Valois, y se le ofreció la pequeña abadía de Saint-Léonard-de-Chaume. A petición del señor de Bérulle, fundador del Oratorio, se encargó de la parroquia de Clichy, cerca de París, pero varios meses más tarde (1612) entró al servicio de los Gondi, una ilustre familia francesa, para educar a los hijos de Philippe-Emmanuel de Gondi. Llegó a ser el director espiritual de la señora de Gondi. Con la ayuda de ésta, comenzó a fundar misiones en sus terrenos; pero, para eludir el aprecio de que era objeto, dejó a los Gondi y, con la aprobación del señor de Bérulle, se nombró cura de Chatillon-les-Dombes (Bresse), donde convirtió a varios protestantes y fundó la primera cofradía de caridad para asistencia de los pobres. Los Gondi le pidieron que volviera y lo hizo cinco meses después, reanudando las misiones campesinas. Varios cultos sacerdotes de París, seducidos por su ejemplo, se unieron a él. En casi todas estas misiones se fundó una cofradía de caridad para asistencia de los pobres; entre éstas se destacan las de Joigny, Châlons, Mâcon y Trévoux, que duraron hasta la Revolución.
Después de los pobres, la atención de Vicente se dirigió hacia los condenados a galeras, que estaban sometidos al señor de Gondi como general de las galeras de Francia. Antes de ser conducidos a bordo de las galeras o cuando la enfermedad los obligaba a desembarcar, los condenados eran apiñados en húmedos calabozos con grilletes en los tobillos, y su única comida era pan negro y agua; y estaban cubiertos de llagas y sabandijas. Su estado moral era más espantoso aún que su sufrimiento físico. Vicente deseaba aliviar ambos. Asistido por un sacerdote, comenzó a visitar a los condenados a galeras de París, a los que hablaba empleando palabras dulces, prestándoles cualquier servicio, por muy repulsivo que fuera. De este modo se ganó sus corazones, convirtió a muchos de ellos y logró que varias personas que venían a visitarlos intercedieran por ellos. Vicente compró una casa y estableció en ella un hospital. Poco después Luis XIII lo nombró capellán real de las galeras, título que Vicente aprovechó para visitar las galeras de Marsella, donde los condenados eran tan desdichados como en París; los colmó de sus cuidados, además de planear construir un hospital para ellos, pero esto no pudo hacerlo hasta diez años más tarde. Mientras tanto, fundó, en la galera de Burdeos, como en las de Marsella, una misión, que fue coronada por el éxito (1625).
Sociedad de la Misión
El bien llevado a cabo por estas misiones llevó a Vicente, con el impulso de la señora de Gondi, a fundar su instituto religioso de sacerdotes dedicado a la evangelización del pueblo: la Sociedad de la Misión.
Por experiencia, San Vicente había aprendido que el bien que hacían las misiones no podía durar a menos que hubiera sacerdotes que se ocuparan de ello, pero en esa época había pocos en Francia. Desde el Concilio de Trento los obispos habían estado esforzándose por fundar seminarios para su formación, pero estos seminarios encontraron muchos obstáculos, el mayor de los cuales eran las guerras de religión. De los veinte fundados, en 1625 no sobrevivían ni diez. La asamblea general del clero francés expresó el deseo de que los candidatos a las Sagradas Órdenes fueran admitidos solamente después de unos días de recogimiento y retiro. A petición del obispo de Beauvais, Potierdes Gesvres, Vicente emprendió en Beauvais (septiembre de 1628) el primero de estos retiros. Según su plan, comprendían conferencias ascéticas e instrucciones acerca del conocimiento de lo más indispensable para los sacerdotes. Su principal servicio fue que dieron lugar a lo que posteriormente se llamaron seminarios. Al principio sólo duraban diez días, pero ampliándolos gradualmente a 15 ó 20 días, luego a uno, dos o tres meses antes de cada orden, los obispos consiguieron prolongar el periodo de estancia a dos o tres años entre la filosofía y el acceso al sacerdocio. Existían unos seminarios llamados de ordenandos, luego seminarios mayores, cuando se fundaron los seminarios menores. Nadie hizo más que Vicente en lo que atañe a esta doble creación. Ya en 1635 había establecido un seminario en el Collège des Bons-Enfants. Ayudado por Richelieu, que le dio mil coronas, sólo admitió a eclesiásticos que estudiaran teología (seminario mayor), fundando paralelamente un seminario menor llamado de San Carlos para sacerdotes que estudiaran humanidades (1642). Había enviado a algunos de sus sacerdotes al obispo de Annecy (1641) para dirigir su seminario, y colaboró con los obispos para fundar otros en sus diócesis facilitándoles sacerdotes para dirigirlos. Así, a su muerte había aceptado la dirección de once seminarios. Antes de la Revolución su congregación dirigía en Francia cincuenta y tres seminarios mayores y nueve menores, esto es, un tercio de todos los de Francia.
La conferencia eclesiástica completó la labor de los seminarios. Desde 1633 San Vicente celebró una cada martes en Saint-Lazare, en la que se reunían todos los sacerdotes deseosos de conferenciar en común sobre las virtudes y las funciones de su estado. Participaron, entre otros, Bossuet y Tronson. Con las conferencias, San Vicente instituyó en St.-Lazare retiros abiertos para laicos y sacerdotes. Se estima que en los veinte últimos años de la vida de San Vicente asistían con regularidad más de ochocientas personas al año, más de 20.000 en total. Estos retiros contribuían en gran medida a infundir un espíritu cristiano en el pueblo, pero imponían gravosos sacrificios a la casa de St.-Lazare. Nada se exigía a los participantes; cuando se trataba del bienestar de las almas, Vicente no reparaba en gastos. Ante las quejas de sus compañeros, que deseaban dificultar la admisión a los retiros, un día consintió en ello. Al atardecer nunca había habido tantos admitidos; cuando un fraile le informó azorado de que no cabían más, Vicente le respondió: “Bueno, dadles mi habitación”.
Obras de caridad
Vicente de Paúl había establecido las Hijas de la Caridad casi al mismo tiempo que los ejercicios para ordenandos. Al principio se pretendía que éstas ayudaran a las conferencias de caridad. Cuando estas conferencias se establecieron en París (1629), las damas que se unieron a ellas estaban ansiosas por dar limosnas y visitar a los pobres, pero a menudo no sabían cómo ocuparse de ellos y enviaban a sus criados en su lugar para que hicieran lo que fuera necesario. Vicente concibió la idea de reclutar a jóvenes piadosas para este servicio. Al principio fueron distribuidas individualmente por las diversas parroquias en que estaban establecidas las conferencias y visitaban a los pobres con estas damas de las conferencias o, cuando era necesario, se ocupaban de ellas en su ausencia. En el reclutamiento, la formación y la dirección de estas servidoras de los pobres, Vicente encontró estimable ayuda en la señorita Legras. Cuando su número aumentó, las agrupó en una comunidad bajo su dirección, pronunciando él una conferencia semanal apropiada a su condición. (Para más detalles, véase Hermanas de la Caridad.) Junto a las Hijas de la Caridad, Vicente de Paúl obtuvo para los pobres los servicios de las Damas de la Caridad, a petición del arzobispo de París. Agrupó (1634) bajo este nombre a algunas mujeres piadosas que estaban decididas a atender a los pobres enfermos que entraran en el Hôtel-Dieu hasta un número de 20 mil ó 25 mil por año; también visitan las cárceles. Entre ellas había hasta 200 damas del más alto rango. Tras haber redactado su regla, San Vicente apoyó y estimuló su caritativo celo. Gracias a ellas, fue capaz de recoger las enormes sumas que distribuían en socorro de todos los desgraciados. Entre las obras que podía llevar a cabo gracias a esa colaboración, una de las más importantes era el auxilio a los pródigos, que en esta época eran deliberadamente deformados por personas sin escrúpulos para poder explotar la piedad de la gente. Otros eran recogidos en un asilo municipal llamado “La couche”, donde a menudo eran maltratados o se les dejaba morir de hambre. Las Damas de la Caridad empezaron por adquirir un grupo de doce niños, que fueron instalados en una casa especial confiada a las Hijas de la Caridad y cuatro enfermeras. Así, años más tarde, el número de niños alcanzó la cantidad de 4 mil; su mantenimiento costaba 30 mil libras, que ascendió a 40 mil con el incremento en el número de niños.
Con la ayuda de un generoso desconocido, que puso a su disposición la suma de 10 mil libras, Vicente fundó el Hospicio del Nombre de Jesús, donde cuarenta ancianos y ancianas hallaron un refugio y trabajo adecuado para ellos. En la actualidad se llama Hospital de los Incurables. La misma beneficencia se extendió a todos los pobres de París, pero la creación del Hospital General fue una idea de las Damas de la Caridad, en particular de la duquesa de Aiguillon. Vicente hizo suya la idea y contribuyó como nadie a la realización de una de las mayores obras de caridad del siglo XVII; la acogida de 40 mil pobres en un asilo donde encontrarían un trabajo útil. En respuesta a la petición de San Vicente, las contribuciones llegaron a raudales. El Rey cedió los terrenos de la Salpétrière para la construcción del hospital, con un capital de 50 mil libras y una dotación de 3 mil. El cardenal Mazarino envió 100 mil libras; el presidente de Lamoignon, 20 mil coronas; y la señora de Bullion, 60 mil libras. San Vicente encargó la tarea a las Hijas de la Caridad y las apoyó con todo su poder.
La caridad de San Vicente no se limitaba a París, sino que llegaba a todas las provincias desoladas por la miseria. Durante el periodo francés de la guerra de los Treinta Años, Lorena, Trois-Évêchés, el Franco Condado y Champaña padecieron durante casi un cuarto de siglo todos los horrores y los azotes de la guerra. Vicente solicitó a las Damas de la Caridad su ayuda urgente; se estima que con sus reiteradas peticiones consiguió 12 mil libras. Cuando se acabó el dinero, volvió a recoger limosnas, que enviaba sin tardanza a los distritos más afectados. Cuando las contribuciones empezaron a disminuir, Vicente decidió imprimir y divulgar las cuentas que le enviaban de esos distritos desolados; esto tuvo mucho éxito, llegando a publicar un periódico llamado “Le magasin charitable”. Vicente lo aprovechó para fundar en las provincias arruinadas los “potages économiques”, una tradición que permanece en nuestras modernas cocinas económicas. Él mismo compiló cuidadosamente las instrucciones relativas al modo de preparación de estos “potages” y la cantidad de grasa, mantequilla, verduras y pan que se debían emplear. Apoyó la fundación de congregaciones que se encargaban de enterrar a los muertos y de eliminar la suciedad, permanente causa de enfermedades. Frecuentemente las dirigían misioneros y Hermanas de la Caridad. Al mismo tiempo, con el propósito de apartarlas de la brutalidad de los soldados, llevó a París a 200 jóvenes, que alojó en varios conventos, y numerosos niños, que acogió en St.-Lazare. Incluso fundó una organización especial para auxilio de los nobles de Lorena que habían buscado refugio en París. Tras la paz general, dirigió su preocupación y sus limosnas a los católicos irlandeses e ingleses que habían sido expulsados de su país.
Todas estas actividades habían hecho famoso a Vicente de Paúl en París e incluso en la Corte. Richelieu a veces lo recibía y escuchaba favorablemente sus peticiones; lo ayudó en sus primeras fundaciones de seminarios y estableció una casa para sus misioneros en el pueblo de Richelieu. En su lecho de muerte Luis XIII deseaba ser asistido por él: “Oh, señor Vicente”, decía, “si recupero la salud, no nombraré a ningún obispo que no haya pasado tres años con vos”. Su viuda, Ana de Austria, nombró a Vicente miembro del Consejo de Conciencia, encargado de las propuestas de beneficios. Estos honores no alteraron la modestia y la sencillez de Vicente. Sólo iba a la Corte por necesidad, vistiendo un sencillo atuendo. No empleaba su influencia más que para el bienestar de los pobres y en interés de la Iglesia. Bajo Mazarino, cuando París se levantó en la época de la Fronda (1649) contra la regente Ana de Austria, que fue obligada a retirarse a St.-Germain-en-Laye, Vicente afrontó todos los riesgos implorando clemencia para ella en nombre del pueblo de París y osó aconsejarle el sacrificio del cardenal ministro para evitar los males que la guerra amenazaba con llevar al pueblo. También reconvino al mismo Mazarino. Su consejo no fue escuchado. San Vicente redobló entonces sus esfuerzos para aliviar los males de la guerra en París. Su beneficencia socorría diariamente a 15 mil ó 16 mil refugiados; sólo en la parroquia de San Pablo las Hermanas de la Caridad ofrecían sopa diariamente a 500 pobres, aparte de cuidar a 60 u 80 enfermos. En aquel tiempo, Vicente, sin preocuparse por los peligros que corría, multiplicó cartas y visitas a la Corte de St. Denis para conseguir paz y clemencia; incluso escribió una carta al Papa pidiéndole que interviniera e interpusiera su mediación para acelerar la paz entre las dos partes.
Oración A Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás
25 de setiembre :
Santa María, Madre nuestra que en cada misterio del Santo Rosario
nos brindas al Salvador, acudimos a Tí necesitados,
nos alegramos que desde la cruz del Señor te haya encomendado
la misión de acercarnos a Él y a su Iglesia por la conversión y la penitencia.
Alentados por la confianza que nos inspiras ponemos en tus manos maternales
nuestras preocupaciones y temores, pero deseamos imitar tu fidelidad a Dios
aceptando con amor y humildad todas las pruebas.
¡Madre nuestra del Rosario de San Nicolás!,
que tu presencia renueve nuestra vida, alivie nuestro ser agobiado
por el sufrimiento y la enfermedad, sostenga nuestra docilidad a la gracia
y fortalezca nuestro amor a los demás, convirtiéndolos así en testigos del amor del Padre
que no vaciló por tu intermedio, en darnos a Jesús. Amén
Gracias Virgencita del Rosario de san Nicolás por todas las gracias y milagros recibidos por tu intercesión , y por los que vamos a recibir , todos y cada uno . Amén
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,46-50):
En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante.
Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante.»
Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.»
Jesús le respondió: «No se lo impidái
s; el que no está contra vosotros está a favor vuestro.»

viernes, 23 de septiembre de 2016


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Oración a San Pío de Pietrelcina, el Padre Pío
Bienaventurado P. Pío, testigo de fe y de amor. Admiramos tu vida como fraile Capuchino, como sacerdote y como testigo fiel de Cristo. El dolor marcó tu vida y te llamamos "Un crucificado sin Cruz".
El amor te llevó a preocuparte por los enfermos, a atraer a los pecadores, a vivir profundamente el misterio de la Eucaristía y del perdón.
Fuiste un poderoso intercesor ante Dios en tu vida, y sigues ahora en el cielo haciendo bien e intercediendo por nosotros.
Queremos contar con tu ayuda. Ruega por nosotros. Lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Novena al Padre Pio de Pietrelcina

Gracias , Santo Padre Pío , por todas las bendiciones y milagros recibidos por tu intercesión , a lo largo de este año , y por los que voy a recibir , en cada área de mi vida . Amén
1° Día
Amadísimo Padre San Pío de Pietrelcina, tú que has llevado sobre tu cuerpo los estigmas de Nuestro Dios Jesucristo. Tú que también has llevado la Cruz por todos nosotros, soportando los sufrimientos físicos y morales que te flagelaron continuamente el alma y el cuerpo, en un doloroso martirio. Te rogamos, intercedas ante Dios Todopoderoso para que cada uno de nosotros sepa aceptar las pequeñas y grandes Cruces de la vida, transformando cada individual sufrimiento en un seguro vínculo que nos ata a la Vida Eterna.
"Conviene acostumbrarse a los sufrimientos que Jesús os manda. Jesús que no puede soportar veros sufrir, vendrá a solicitaros y a confortaros, infundiendo nuevo ánimo en vuestro espíritu" Padre Pio
PADRE NUESTRO :
Padre Nuestro , que estás en el cielo , santificado sea tu Nombre , venga a nosotros tu Reino , hágase tu voluntad , así en la tierra como en el cielo , el pan nuestro de cada día dános hoy , perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden , y no nos dejes caer en tentación , y líbranos del mal . Amén
2° Día
Santísimo Padre San Pio de Pietrelcina, tú que te encuentras cerca de nuestro amadísimo Padre Dios Jesucristo, y has tenido la santidad y resistencia en las tentaciones del maligno. Tú que has sido golpeado por los demonios del infierno que quisieron convencerte a abandonar tu camino de santidad. Ruega a Dios por nosotros, para que con tu ayuda y con la de Nuestro Señor, encontremos la fortaleza espiritual para renunciar al pecado y para conservar la fe hasta el día de nuestra muerte.
"Ánimo y no temas la ira de Lucifer. Recordad siempre: qué es una buen señal cuando el enemigo se agita y ruge alrededor vuestro, ya que èsto demuestra que él no está dentro de tì". Padre Pio
PADRE NUESTRO :
Padre Nuestro , que estás en el cielo , santificado sea tu Nombre , venga a nosotros tu Reino , hágase tu voluntad , así en la tierra como en el cielo , el pan nuestro de cada día dános hoy , perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden , y no nos dejes caer en tentación , y líbranos del mal . Amén
3° Día
Virtuosísimo Padre San Pío de Pietrelcina, tú que has querido muchísimo a Nuestra Señora; y que cada día te concedió gracias y consuelos solamente por ELLA alcanzables. A la Virgen Santa, te suplicamos ruegues y pongas en Sus manos nuestros pecados y nuestras frías oraciones, para que como en Canà de Galilea, el Hijo le conceda a la Madre; y ya nuestro nombre será escrito en el Libro de la Vida.
"María sea la estrella que os alumbre el camino, os enseñe la calle segura para ir al Padre Celestial; Ella sea el asidero firme que tengáis, para que os conservéis cada vez más unidos estrechamente en el tiempo de la prueba ". Padre Pio
PADRE NUESTRO :
Padre Nuestro , que estás en el cielo , santificado sea tu Nombre , venga a nosotros tu Reino , hágase tu voluntad , así en la tierra como en el cielo , el pan nuestro de cada día dános hoy , perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden , y no nos dejes caer en tentación , y líbranos del mal . Amén

4° Día
Castísimo Padre San Pío de Pietrelcina; que tanto amastes y nos enseñastes a amar al Santo Ángel de la Guarda; el que te sirvió de compañía, de guía, de defensor y de mensajero. A ti las Figuras Angélicas llevaron los ruegos de tus hijos espirituales. Intercede cerca de Dios para que también nosotros aprendamos a hablar con nuestro Ángel de la Guarda, para que en todo momento sepamos obedecerle, pues es la luz viva de Dios que nos evita la desgracia de caer en pecado. Nuestro Ángel siempre está listo a señalarnos el camino del bien y a disuadirnos de hacer el mal.
"Invoca a tu Ángel de la Guarda, que te iluminará y te conducirá. Dios te lo ha dado por este motivo. Por tanto válete de él". Padre Pio
PADRE NUESTRO :
Padre Nuestro , que estás en el cielo , santificado sea tu Nombre , venga a nosotros tu Reino , hágase tu voluntad , así en la tierra como en el cielo , el pan nuestro de cada día dános hoy , perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden , y no nos dejes caer en tentación , y líbranos del mal . Amén

5° Día
Prudentísimo Padre San Pío de Pietrelcina. Tú que tanto amas y nos enseñastes a amar a las Almas del Purgatorio; por las que te has ofrecido como víctima que expió sus penas. Ruega a Dios Nuestro Señor, para que ponga en nuestros corazones sentimientos de compasión y amor por estas almas. También nosotros ayudaremos a las Almas del Purgatorio y reduciremos sus tiempos de destierro y de gran aflicción. Ganaremos para Ellas, con sacrificios y oración, el descanso eterno de sus almas; y las santas Indulgencias necesarias para sacarlas del lugar del sufrimiento.
"Oh Señor, Padre Jesucristo; te suplico viertas sobre mí, todos los castigos que son para los pecadores y las ánimas benditas del purgatorio; multiplica sobre mí los sufrimientos, conque conviertes y salvas a los pecadores, y lìbralos pronto del tormento del purgatorio ". Padre Pio
PADRE NUESTRO :
Padre Nuestro , que estás en el cielo , santificado sea tu Nombre , venga a nosotros tu Reino , hágase tu voluntad , así en la tierra como en el cielo , el pan nuestro de cada día dános hoy , perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden , y no nos dejes caer en tentación , y líbranos del mal . Amén

6° Día
Obedientísimo Padre San Pío de Pietrelcina. Tú, que has querido tanto a los enfermos; más que a tì mismo porque en ellos vistes a Jesús. Tú, que en el nombre de Dios has obrado Milagros de sanaciòn en el cuerpo, en el alma, y en la mente, en el presente, en el pasado y en el futuro de las personas; devolviendo esperanza de vida y renovación del espíritu, y en la integridad total de las personas. Ruega a Dios para que todos los enfermos; por intercesión de Maria Santísima, puedan experimentar tu potente ayuda y a través de la sanaciòn de su cuerpo encontrar beneficios espirituales y agradecer para siempre a Dios.
"Si yo sé que una persona está afligida, sea en el alma o en el cuerpo, suplicaría a Dios para verla libre de sus males. De buena gana yo tomaría todos sus sufrimientos para verla salvada y cedería los frutos de tales sufrimientos en su favor". Padre Pio
PADRE NUESTRO :
Padre Nuestro , que estás en el cielo , santificado sea tu Nombre , venga a nosotros tu Reino , hágase tu voluntad , así en la tierra como en el cielo , el pan nuestro de cada día dános hoy , perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden , y no nos dejes caer en tentación , y líbranos del mal . Amén

7° Día
Benditìsimo Padre San Pio de Pietrelcina. Tú que has realizado el proyecto de salvación de Dios y has ofrecido tus sufrimientos para desatar a los pecadores de las riendas de Satanás. Ruega a Dios para que los hombres, que no creen, tengan una gran y verdadera fe y se conviertan; arrepintiéndose en lo profundo de su corazón; y que las personas con poca fe mejoren su vida cristiana; y que los hombres justos continúen sobre el camino de la salvación.
"Si el pobre mundo pudiera ver la belleza del alma sin pecado, todos los pecadores, todos los incrédulos se convertirían al instante. " Padre Pio
PADRE NUESTRO :
Padre Nuestro , que estás en el cielo , santificado sea tu Nombre , venga a nosotros tu Reino , hágase tu voluntad , así en la tierra como en el cielo , el pan nuestro de cada día dános hoy , perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden , y no nos dejes caer en tentación , y líbranos del mal . Amén
8° Día
Purísimo Padre San Pío de Pietrelcina, Tú que has querido mucho a tus hijos espirituales. Muchos de tus hijos han sido comprados por ti con el precio de tu sangre. También nos concedes a los que no te hemos conocido personalmente, de considerarnos como tus hijos espirituales. Con tu paternal protección, con tu santa guía y con la fortaleza que conseguirás para nosotros de Dios, podremos, en el momento de la muerte, encontrarte en las puertas del Paraíso, en espera de nuestra llegada.
"Si me fuera posible, querría conseguir de Dios solamente una cosa;"si me dijera: "Vas al Paraíso" querría conseguir esta gracia: "Señor, no me dejéis ir al Paraíso hasta que el ultimo de mis hijos; la última de las personas que me han sido confiadas, haya entrado antes que Yo." Padre Pio
PADRE NUESTRO :
Padre Nuestro , que estás en el cielo , santificado sea tu Nombre , venga a nosotros tu Reino , hágase tu voluntad , así en la tierra como en el cielo , el pan nuestro de cada día dános hoy , perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden , y no nos dejes caer en tentación , y líbranos del mal . Amén
9° Día
Humildísimo Padre San Pío de Pietrelcina, Tú que has verdaderamente amado a la Santa Madre Iglesia. Ruega a Dios, nuestro Señor, al Señor de la Mies para que mande obreros a Su Mies, y regalos a cada uno de ellos; de manera que llenando el mundo de sacerdotes santos; obtengan la fuerza y la inspiración de Dios. Además te rogamos interceder ante la Santísima Siempre Virgen María; para que conduzcas a todos los hombres hacia la unidad de los cristianos, reuniéndolos en la gran casa de Dios; para que la Iglesia sea el faro de luz y salvación en el mar de tempestad que es la vida.
"Siempre mantente unido a la Santa Iglesia Católica, porque sólo ella puede salvarte, porque sólo ella posee a Jesús Sacramentado, que es el verdadero príncipe de la paz. Fuera de la Iglesia Católica, no hay salvación, ella te da el bautismo, el perdón de los pecados, el Cuerpo, la sangre, el Alma, y la Divinidad de Jesucristo, concediéndote por tanto la vida eterna; y todos los santos sacramentos para llevar una vida de santidad." Padre Pio
PADRE NUESTRO :
Padre Nuestro , que estás en el cielo , santificado sea tu Nombre , venga a nosotros tu Reino , hágase tu voluntad , así en la tierra como en el cielo , el pan nuestro de cada día dános hoy , perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden , y no nos dejes caer en tentación , y líbranos del mal . Amén
San Pío de Pietrelcina, el Padre Pío
23 de septiembre Siglo XX
Santo capuchino italiano muy conocido por sus estigmas, su generoso trabajo como sacerdote y su testimonio de santificación del dolor.

Nombre
Pío (Masculino)
Celebran
Pío
Otros santos
Otros santos con nombre Pío
Nació
en Pietrelcina, en el actual Italia
Falleció
en San Giovanni Rotondo, en el actual Italia
Proceso
hechovenerable el 18 de diciembre de 1997 por Juan Pablo II
Beatificadoel 2 de mayo de 1999 por Juan Pablo II
Canonizado el 16 de junio de 2002 por Juan Pablo II
Celebración
23 de septiembre
Religioso
de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos
Vida de San Pío de Pietrelcina, el Padre Pío

Padre Pío de Pietrelcina, al igual que San Pablo apóstol, puso en la cumbre de su vida y de su apostolado la Cruz de su Señor como su fuerza, su sabiduría y su gloria. Inflamado de amor hacia Jesucristo, se conformó a Él por medio de la inmolación de sí mismo por la salvación del mundo. En el seguimiento y la imitación de Cristo Crucificado fue tan generoso y perfecto que hubiera podido decir “con Cristo estoy crucificado: y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí” (Gal 2, 19). Derramó sin parar los tesoros de la graciaque Dios le había concedido con especial generosidad a través de su ministerio, sirviendo a los hombres y mujeres que se acercaban a él, cada vez más numerosos, y engendrado una inmensa multitud de hijos e hijas espirituales.
Este dignísimo seguidor de San Francisco de Asís nació el 25 de mayo de 1887 en Pietrelcina, archidiócesis de Benevento, hijo de Grazio Forgione y de María Giuseppa De Nunzio. Fue bautizado al día siguiente recibiendo el nombre de Francisco. A los 12 años recibió el Sacramento de la Confirmación y la Primera Comunión.
El 6 de enero de 1903, cuando contaba 16 años, entró en el noviciado de la orden de los Frailes Menores Capuchinos en Morcone, donde el 22 del mismo mes vistió el hábito franciscano y recibió el nombre de Fray Pío. Acabado el año de noviciado, emitió la profesión de los votos simples y el 27 de enero de 1907 la profesión solemne.
Después de la ordenación sacerdotal, recibida el 10 de agosto de 1910 en Benevento, por motivos de salud permaneció en su familia hasta 1916. En septiembre del mismo año fue enviado al Convento de San Giovanni Rotondo y permaneció allí hasta su muerte.
Enardecido por el amor a Dios y al prójimo, Padre Pío vivió en plenitud la vocación de colaborar en la redención del hombre, según la misión especial que caracterizó toda su vida y que llevó a cabo mediante la dirección espiritual de los fieles, la reconciliación sacramental de los penitentes y la celebración de la Eucaristía. El momento cumbre de su actividad apostólica era aquél en el que celebraba la Santa Misa. Los fieles que participaban en la misma percibían la altura y profundidad de su espiritualidad.
En el orden de la caridad social se comprometió en aliviar los dolores y las miserias de tantas familias, especialmente con la fundación de la “Casa del Alivio del Sufrimiento”, inaugurada el 5de mayo de 1956.
Para el Padre Pío la fe era la vida: quería y hacía todo a la luz de la fe. Estuvo dedicado asiduamente a la oración. Pasaba el día y gran parte de la noche en coloquio con Dios. Decía: “En los libros buscamos a Dios, en la oración lo encontramos. La oración es la llave que abre el corazón de Dios”. La fe lo llevó siempre a la aceptación de la voluntad misteriosa de Dios.
Estuvo siempre inmerso en las realidades sobrenaturales. No era solamente el hombre de la esperanza y de la confianza total en Dios, sino que infundía, con las palabras y el ejemplo, estas virtudes en todos aquellos que se le acercaban.
El amor de Dios le llenaba totalmente, colmando todas sus esperanzas; la caridad era el principio inspirador de su jornada: amar a Dios y hacerlo amar. Su preocupación particular: crecer y hacer crecer en la caridad.
Expresó el máximo de su caridad hacia el prójimo acogiendo, por más de 50 años, a muchísimas personas que acudían a su ministerio y a su confesionario, recibiendo su consejo y su consuelo. Era como un asedio: lo buscaban en la iglesia, en la sacristía y en el convento. Y él se daba a todos, haciendo renacer la fe, distribuyendo la gracia y llevando luz. Pero especialmente en los pobres, en quienes sufrían y en los enfermos, él veía la imagen de Cristo y se entregaba especialmente a ellos.
Ejerció de modo ejemplar la virtud de la prudencia, obraba y aconsejaba a la luz de Dios.
Su preocupación era la gloria de Dios y el bien de las almas. Trató a todos con justicia, con lealtad y gran respeto.
Brilló en él la luz de la fortaleza. Comprendió bien pronto que su camino era el de la Cruz y lo aceptó inmediatamente con valor y por amor. Experimentó durante muchos años los sufrimientos del alma. Durante años soportó los dolores de sus llagas con admirable serenidad.
Cuando tuvo que sufrir investigaciones y restricciones en su servicio sacerdotal, todo lo aceptó con profunda humildad y resignación. Ante acusaciones injustificadas y calumnias, siempre calló confiando en el juicio de Dios, de sus directores espírituales y de la propia conciencia.
Recurrió habitualmente a la mortificación para conseguir la virtud de la templanza, de acuerdo con el estilo franciscano. Era templado en la mentalidad y en el modo de vivir.
Consciente de los compromisos adquiridos con la vida consagrada, observó con generosidad los votos profesados. Obedecióen todo las órdenes de sus superiores, incluso cuando eran difíciles. Su obediencia era sobrenatural en la intención, universal en la extensión e integral en su realización. Vivió el espíritu de pobreza con total desprendimiento de sí mismo, de los bienes terrenos, de las comodidades y de los honores. Tuvo siempre una gran predilección por la virtud de la castidad. Su comportamiento fue modesto en todas partes y con todos.
Se consideraba sinceramente inútil, indigno de los dones de Dios, lleno de miserias y a la vez de favores divinos. En medio a tanta admiración del mundo, repetía: “Quiero ser sólo un pobre fraile que reza”.
Su salud, desde la juventud, no fue muy robusta y, especialmente en los últimos años de su vida, empeoró rápidamente. La hermana muerte lo sorprendió preparado y sereno el 23 de septiembre de 1968, a los 81 años de edad. Sus funerales se caracterizaron por una extraordinaria concurrencia de personas.
El 20 de febrero de 1971, apenas tres años después de su muerte, Pablo VI, dirigiéndose a los Superiores de la orden Capuchina, dijo de él: “¡Mirad qué fama ha tenido, qué clientela mundial ha reunido en torno a sí! Pero, ¿por qué? ¿Tal vez porque era un filósofo? ¿Porqué era un sabio? ¿Porqué tenía medios a su disposición? Porque celebraba la Misa con humildad, confesaba desde la mañana a la noche, y era, es difícil decirlo, un representante visible de las llagas de Nuestro Señor. Era un hombre de oración y de sufrimiento”.
Ya durante su vida gozó de notable fama de santidad, debida a sus virtudes, a su espíritu de oración, de sacrificio y de entrega total al bien de las almas.
En los años siguientes a su muerte, la fama de santidad y de mila-gros creció constantemente, llegando a ser un fenómeno eclesial extendido por todo el mundo y en toda clase de personas.
De este modo, Dios manifestaba a la Iglesia su voluntad de glorificar en la tierra a su Siervo fiel. No pasó mucho tiempo hasta que la Orden de los Frailes Menores Capuchinos realizó los pasos previstos por la ley canónica para iniciar la causa de beatificación y canonización. Examinadas todas las circunstancias, la Santa Sede, a tenor del Motu Proprio “Sanctitas Clarior” concedió el nulla osta el 29 de noviembre de 1982. El Arzobispo de Manfredonia pudo así proceder a la introducción de la Causa y a la celebración del proceso de conocimiento (1983-1990). El 7 de diciembre de 1990 la Congregación para las Causas de los Santos reconoció la validez jurídica. Acabada la Positio, se discutió, como es costumbre, si el Siervo de Dios había ejercitado las virtudes en grado heroico. El 13 de junio de 1997 tuvo lugar el Congreso peculiar de Consultores teólogos con resultado positivo. En la Sesión ordinaria del 21 de octubre siguiente, siendo ponente de la Causa Mons. Andrea María Erba, Obispo de Velletri-Segni, los Padres Cardenales y obispos reconocieron que el Padre Pío ejerció en grado heroico las virtudes teologales, cardinales y las relacionadas con las mismas.
El 18 de diciembre de 1997, en presencia de Juan Pablo II, fue promulgado el Decreto sobre la heroicidad de las virtudes.
Para la beatificación del Padre Pío, la Postulación presentó al Dicasterio competente la curación de la Señora Consiglia De Martino de Salerno (Italia). Sobre este caso se celebró el preceptivo proceso canónico ante el Tribunal Eclesiástico de la Archidiócesis de Salerno-Campagna-Acerno de julio de 1996 a junio de 1997. El 30 de abril de 1998 tuvo lugar, en la Congregación para las Causas de los Santos, el examen de la Consulta Médica y, el 22 de junio del mismo año, el Congreso peculiar de Consultores teólogos. El 20 de octubre siguiente, en el Vaticano, se reunió la Congregación ordinaria de Cardenales y obispos, miembros del Dicasterio y el 21 de diciembre de 1998 se promulgó, en presencia de Juan Pablo II, el Decreto sobre el milagro.
El 2 de mayo de 1999 a lo largo de una solemne Concelebración Eucarística en la plaza de San Pedro Su Santidad Juan Pablo II, con su autoridad apostólica declaró Beato al Venerable Siervo de Dios Pío de Pietrelcina, estableciendo el 23 de septiembre como fecha de su fiesta litúrgica.
Para la canonización del Beato Pío de Pietrelcina, la Postulación ha presentado al Dicasterio competente la curación del pequeño Mateo Pio Colella de San Giovanni Rotondo. Sobre el caso se ha celebrado el regular Proceso canónico ante el Tribunal eclesiástico de la archidiócesis de Manfredonia‑Vieste del 11 de junio al 17 de octubre del 2000. El 23 de octubre siguiente la documentación se entregó en la Congregación de las Causas de los Santos. El 22 de noviembre del 2001 tuvo lugar, en la Congregación de las Causas de los Santos, el examen médico. El 11 de diciembre se celebró el Congreso Particular de los Consultores Teólogos y el 18 del mismo mes la Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos. El 20 de diciembre, en presencia de Juan Pablo II, se ha promulgado el Decreto sobre el milagro y el 26 de febrero del 2002 se promulgó el Decreto sobre la canonización.
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS :
23 DE SETIEMBRE
Todos anhelamos la alegría de una verdadera alegría , pero no siempre la conseguimos . 
Si quieres estar triste , piensa solamente en ti , si quieres estar alegre , piensa en Dios . Al pensar en ti , encontrarás sobrados motivos para la tristeza , porque tú te sientes limitado , y débil ; en cambio , al pensar en Dios , encontrarás buenas razones para alegrar tu espíritu , ya que Dios es bondad y amor ; y la bondad y el amor no pueden menos que producir una sana alegría .
El que está lejos de Dios , el que vive lejos de Dios o prescindiendo de Dios ; está alejado de la fuente de la alegría y de la paz ; en cambio , el que vive en Él y con Él , queda absorbido por la paz del Señor , que colma sus deseos de felicidad .
Y entonces es cuando uno descubre que la vida merece vivirse , y que uno puede tener paz , aun en los fracasos y en las propias deficiencias .
Nadie tiene tantos motivos para vivir hondamente feliz como el cristiano . ‘’El que beba del agua que yo le daré , nunca más volverá a tener sed ; el agua que yo le daré , se convertirá en el manantial que brotará hasta la vida eterna’’ (Juan 4 , 14) . Amén
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de Dios
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS :
23 DE SETIEMBRE :
Nuestra Madre celestial tiene un corazón inmensamente bueno y compasivo , un corazón maternal .
Como madre , que es , entiende muy bien a sus hijos , sabe que somos débiles y pecadores y por eso comprende nuestras caídas y nuestras limitaciones . Cuando nos ve caidos , nos mira con compasión y misericordia .
Nuestra Madre celestial sufre cuando nos ve sufrir a nosotros ; sufre más cuando ve que nosotros no sabemos sufrir y perdemos el valor del sufrimiento .
¿Tenemos suficiente confianza en el Corazón maternal de María? ¿Es fuerte el lazo de amor que nos une a Nuestra Madre del cielo?
María , fortalece nuestra confianza y ayúdanos a reconocernos como hijos amados de Dios . Amén
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de María
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,18-22):
Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.» 
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Pedro tomó la palabra y dijo: «El Mesías de Dios.»
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»
Palabra del Señor :
Te damos gracias Padre por permitirnos compartir tu Palabra ; derrama de tu gracia y de tu amor ; tú conoces todas y cada una de nuestras necesidades espirituales y temporales .
Sabemos que en todos ellos tu nos asistes , fructificas , provees y sanas todo por tu Divina Providencia .ñ
te damos gracias Padre en el NOmbre de tu Hijo amado , Nuestro Señor Jesucristo . Amén

viernes, 16 de septiembre de 2016

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS :
17 DE SETIEMBRE :
Cristo siempre está entre nosotros . Hay que saber descubrirlo , hay que escucharlo y verlo .
El Cristo de la Eucaristía , y el Cristo de la humanidad es un mismo Cristo ; sería un gran error pretender comer el Cuerpo de Cristo edn la mesa del altar y no hacer nada por dar de comer a los miembros del Cristo sin pan , ni mesa , ni hogar .
La presencia sacramental , y la presencia social del mismo y único Cristo , son dos caras de la misma moneda , anverso y reverso de la misma dimensión humando –divina de Cristo .
En el desafío actual de la historia , sólo cabe pensar en categorías comunitarias ; si no formamos una unión humana , al calor de Dios hecho hombre y pan Eucaristía . tendremos que hacerlo , al frío del Estado con pan , pero sin Dios , y sin fraternidad
¿Acaso dios no ha elegido a los pobres de este mundo para enriquecerlos en la fe y hacerlos herederos del Reino que prometió a los que lo aman?’’ (Santiago 2 5) . Cristo es el pobre , y el pobre es Cristo , tanto amor debo tener a uno como al otro : al pobre por Cristo y a Cristo porque lo debo de ver en el pobre .disociarlos a ambos es destruirlos a los dos .
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de Dios
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS :
16 de setiembre
En este mismo minuto de Dios , justo es que pensemos en Él . Muchos de los ateos de hoy no niegan propiamente a Dios , sino a las falsas imágenes que nosotros les presentamos .
Porque el Dios del Evangelio no es el Dios gélido de la razón , la Causa primera de la Filosofía , el primer motor de la Metafísica , el dios inmutable a impasible , El Dios interesado o comerciante , el Dios almacenero , El Dios policía ; no , Él no es nada de eso .
El Dios del Evangelio es el Dios cálido , como unos brazos de Padre , El Dios Padre de los hombres , El Dios providente que cuida de los hijos , el Dios que ama tanto a la humanidad , que entrega a su propio Hijo para salvarla , el Dios que nos espera con los brazos abiertos , para perdonarnos o premiarnos , el Dios que quiere repartir con nosotros en rebanadas infinitas el pan de la felicidad . El Dios –Hijo que muere para salvarnos , el Dios-Espíritu Santo que nos consuela y nos llena de amor .
Este es el Dios del Evangelio .
Evidentemente , no es lo mismo ser deísta que ser creyente .
‘’Nadie ha visto jamás a Dios : el que lo ha revelado es el Hijo ÚNICO , que está en el seno del Padre’’ (Juan 1 , 18) . Descubrir que Dios es nuestro Padre es la base de la fe cristiana ; solamente cuando el cristiano sabe de un modo consciente que es ‘’hijo de Dios’’ , comienza a ser en verdad cristiano .
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de Dios
lOS CINCO MINUTOS DE MARIA :
17 de setiembre :
Todos tenemos nuestros gustos , a veces no del todo santos , no del todo acordes con los gustos de Dios y de los de la Madre del Cielo .
Cuando la tentación ronda a nuestro alrededor para hacernos caer ; cuando en nuestros interior surgen los instintos alborotados , cuando la soberbia , el egoísmo , la comodidad , pretenden avasallarnos , pensemos que es mucho mejor dejarnos guiar por nuestra Madre Santísima que encapricharnos en nuestros gustos sonales . Y si al final de nuestra vida tenemos la conciencia de que hemos vivido tratando de dar gusto a la Virgen , estaremos seguros de nuestra salvación , pues los gustos de la Virgen , son los gustos de Dios .
Maria , que respondiste con tu vida al plan de Dios , ilumina nuestro deseo para que vivamos respondiendo al mandamiento del amor
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de María

LOS CINCO MINUTOS DE MARIA :
15 de setiembre :
El Papa Pablo VI ha llamado a la Virgen ‘’Estrella de la evangelización’’ porque la Evangelización necesita una luz que oriente e ilumine el camino .
Si evangelizar es dar a conocer a Jesús , María fue la primera evangelizadora , pues ella lo mostró a los Apóstoles y primeros discípulos de Jesús .
Ella recorre ahora el mundo , acompañando a los misioneros del Evangelio , dándoles fuerza y entusiasmo , concediéndoles , hasta las fuerzas físicas que necesitan . Preside el trabajo de evangelización de la Iglesia ; anima las comunidades cristianas ; y los cristianos acuden siempre a ella , y reciben su ayuda .
Madre , no permitas , que nunca me olvide de ti ; pero si yo llego a olvidarme de ti , aun entonces tú no te olvides de mi . Amén .
Padre Alfonso Milagro
Del Libro : Los cinco minutos de María
San Juan Crisóstomo
13 de septiembre Siglo V
Memoria de san Juan, obispo de Constantinopla y doctor de la Iglesia, antioqueño de nacimiento, que, ordenado presbítero, llegó a ser llamado “Crisóstomo” por su gran elocuencia. Gran pastor y maestro de la fe en la sede constantinopolitana, sufrió el destierro por la facción de sus enemigos, y al volver del exilio por decreto del papa san Inocencio I, como consecuencia de los maltratos recibidos de sus guardas durante el camino de regreso, entregó su alma a Dios en Comana, localidad del Ponto, el catorce de septiembre.

Nombre
Juan (Masculino)
Significado
Boca de oro, de origen Griego
Celebran
Los Juan suelen celebrar el 24-jun:
San Juan Bautista (Natividad)
Otros santos
Otros santos con nombre Juan
Nació
Falleció
en Comana, en el actual Italia
Celebración
13 de septiembre
Vida de San Juan Crisóstomo

Nació en Antioquía, de padres cristianos, hacia el año 349. Su madre era un modelo de virtud. Estudió retórica bajo Libanius, el mas famoso orador de su época y en el 374 comenzó una vida de anacoreta en las montañas. En el 386, su mala salud le forzó a regresar a Antioquia. Allí fue ordenado sacerdote. Ejerció, con gran provecho, el ministerio de la predicación.
El año 397 fue elegido obispo de Constantinopla, cargo en el que se comportó como un pastor ejemplar, esforzándose por llevar a cabo una estricta reforma de las costumbres del clero y de los fieles.
Su rectitud en proclamar y defender la verdad le ganó muchos enemigos. La oposición de la corte imperial y de los envidiosos maquinaron acusasiones contra el y lo llevaron dos veces al destierro y eventualmente a Pythius en la periferia del imperio. Uno de sus enemigos, Theophilus, Patriarca de Alejandría, se arrepintió antes de su muerte. Otro enemigo era la emperadora Eudoxia.
Tuvo el consuelo de contar siempre con el apoyo del Papa y llevó todas las tribulaciones con gran valentía y fe.
Acabado por tantas miserias, murió en Comana, en el Ponto, el día 14 de septiembre del año 407. Contribuyó en gran manera, por su palabra y escritos, al enriquecimiento de la doctrina cristiana, mereciendo el apelativo de Crisóstomo, es decir, «Boca de oro».
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (7,1-10):
En aquel tiempo, cuando terminó Jesús de hablar a la gente, entró en Cafarnaún. Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, para rogarle que fuera a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente: «Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestro pueblo y nos ha construido la sinagoga.»
Jesús se fue con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace.»
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: «Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe.» Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.
Palabra del Señor